La marcha contó con la presencia de Dalma y Gianinna Maradona y Claudia Villafañe, con remeras que decían “Justicia por Dios”, aunque solo estuvieron unos diez minutos. “Gracias a mis amigos que me acompañaron y gracias a toda la gente que fue genuinamente a pedir Justicia por mi papá. Por suerte no tengo que dar notas para explicar nada porque como todos saben fuimos solo a pedir Justicia”, escribió Dalma Maradona en sus redes sociales. Pareciera haber una distancia imposible de salvar entre el agradecimiento infinito de los hinchas que llega vía redes sociales y el cariño desbordante de la presencialidad, algo así como pasó en el velorio de noviembre. “La prensa se nos tiró encima, fue imposible seguir avanzando”, agregó Dalma en sus historias. No había organización posible, apenas un par de empleados de seguridad, para que estuvieran en el Obelisco. También estuvieron unos minutos Verónica Ojeda, su hijo Dieguito Fernando, y su pareja Mario Baudry.
Como en el velorio de noviembre, mayoría de hombres, mayoría de camisetas de Boca, de la Selección y del Napoli. Pero también de Argentinos, de Independiente, de River. “Venimos a pedir justicia para el Diego. Somos hinchas de River pero el Diego representa todo para los argentinos. Acá estamos todos juntos pidiendo justicia. Nadie nos dijo nada, nadie nos bardeó”, explicaba un hincha de River ante la consulta de A24.com.
Fue un reclamo popular legítimo y por momentos emotivo, pero también una coda triste a aquel funeral masivo que quedó trunco. Unas dos horas de Obelisco a medio cortar (fluyó el tránsito en las calles aledañas y el Metrobus), sin oradores ni amigos del ídolo (apenas Sergio Goycochea y el Turco García), sin goles en pantalla gigante. No hay programadas nuevas movilizaciones, pero da la sensación de que el reclamo solo puede ir en declive, como un duelo que se va consumando.