La preparación de los estudiantes para llegar a la competencia
Los estudiantes comenzaron a recibir clases teóricas de las distintas ramas de la química (orgánica, inorgánica, analítica y física) en la UBA, además de clases de laboratorio. Luego de rendir exámenes se conformó un orden de mérito por el cual los primeros doce pasaron a la segunda etapa de entrenamiento. Allí volvieron a recibir clases y a rendir exámenes.
En base a un nuevo orden de mérito se conformaron los equipos y se armó el seleccionado que viajó a Suiza para representar al país. Sirena y Santillán, dos de los medallistas, venían de ganar premios en las últimas Olimpiadas Iberoamericanas de Química, que se hicieron en México en octubre del año pasado.
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Melany Denise Algarbe, de la Escuela Técnica N° 469, Estanislao Zeballos, de Rosario, Santa Fe.
La competencia tuvo como sede la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich. Allí los chicos debieron resolver una parte teórica y otra en el laboratorio. El teórico, por ejemplo, consistía en un examen de 98 páginas que debían entregar en cinco horas, un promedio de 30 minutos para resolver cada ejercicio.
“Debemos entrenarlos no solo para enseñarles los temas de nivel avanzado sino para que aprendan a toparse con un examen tan largo”, comentó Antonel. La etapa experimental incluía prácticas largas, difíciles y muy demandantes, con temas que incluso exceden el nivel universitario. “El temario de esta olimpíada internacional tuvo un nivel muy avanzado, diría más que universitario, hay temas que no se llegan a ver en la carrera”, agregó la responsable.
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Melany Algarbe, por su parte, integra el escaso 18 por ciento de participantes mujeres del certamen.
Melany Algarbe, por su parte, integra el escaso 18 por ciento de participantes mujeres del certamen. “Fue una locura toda la experiencia de Suiza. Era la primera vez que viajaba en avión, conocer otro país y chicos de otras culturas fue muy impactante. Queríamos representar al país de la mejor manera posible y cuando en la ceremonia dijeron nuestros nombres fue un momento de mucha emoción", contó en declaraciones al diario La Capital, de Rosario
"Hace mucho que no lográbamos que haya una mujer en nuestro equipo y es algo que nos llena de alegría”, agregó Antonel.
“Para nosotros, volver a un certamen internacional presencial, el primero desde 2019, significa recuperar plenamente todas las actividades presenciales del programa. Y volver con medallas nos pone muy felices y nos impulsa a más. Para este año, ya estamos organizando la edición 33 del certamen nacional”, comentó Luis Baraldo, responsable del Programa, en un comunicado de la UBA.