El instituto advirtió que este tipo de caracol se considera una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo entero. Los agentes de dicha institución llegaron a la propiedad por una denuncia que realizó un propietario de una vivienda de una zona urbana. Procedieron a eliminar los ejemplares para salvaguardar la sanidad vegetal y la salud pública de la zona.
El Senasa adivirtió sobre entrar en contacto con esta especie y lanzó una serie de medidas:
No tocarlos directamente con las manos, ni comerlos.
En personas, evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente en ojos, nariz y boca.
Si se los toca accidentalmente, lavarse inmediatamente las manos. Al igual que si se tocan superficies que puedan haber estado expuestas a su baba.
Lavar con agua potable las verduras porque pueden haber estado expuestas a su baba.
En su propiedad, eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción o cualquier otro elemento que pueda servirle de refugio. Impactante: volvió de Brasil con pulgas incrustadas en sus pies y las imágenes causaron furor en las redes
En zonas urbanas, no utilizar venenos químicos contra el caracol. Los molusquicidas son extremadamente tóxicos para niños, mascotas y la fauna nativa.
No permitir que los niños participen en la captura o jueguen con estos caracoles.
No trasladar los caracoles a otras zonas. Tampoco plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
No utilizar los caracoles como carnada, mascotas o adorno.