La magnitud del interés fue tal que la transmisión llegó a medios internacionales como The New York Times que, además de reseñar los hallazgos, mencionó la tensión entre la comunidad científica y el gobierno del presidente Javier Milei.
En las redes, la expedición sumó miles de seguidores que interactuaban minuto a minuto con los científicos. Incluso bautizaron a algunos de los investigadores, como Natalia Costanzo, apodada “Coralina” por su entusiasmo y su manera de explicar cada descubrimiento con calidez y asombro.
El mensaje especial del Schmidt Ocean Institute al Conicet
Hallazgos que se volvieron estrellas: la estrella culona y el calamar rojo
Aunque la misión tenía un objetivo científico, varios hallazgos se convirtieron en personajes virales del streaming:
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La “estrella de mar culona” (posiblemente del género Hippasteria phrygiana), bautizada “Patricio” por su parecido con el personaje de Bob Esponja, conquistó a la audiencia por su particular forma y color.
“Batatita”, un pepino de mar del género Benthodytes, sorprendió por su tamaño: 30 centímetros, el triple de lo habitual.
El calamar volador rojo (Ommastrephes bartrami) impresionó con su capacidad de propulsarse fuera del agua.
Los ctenóforos, organismos gelatinosos con destellos luminosos, fascinaron con su aspecto alienígena.
Una medusa bentónica rara vez vista en aguas argentinas hipnotizó por su forma etérea y sus tentáculos.
El pulpo “Dumbo” (Grimpoteuthis), con aletas que parecen orejas, fue uno de los momentos más celebrados: “Es la primera vez que se documenta en el país un ejemplar así”, explicó el biólogo Santiago Krapovickas.
Los “merenguitos”, crustáceos decápodos de la familia Munidopsidae, fueron apodados así por su color blanco y su parecido con el dulce.
La Batiraja, un tipo de raya del género Bathyraja, fue registrada en video junto al primer caso documentado de un parásito en una raya de aguas profundas en Argentina.
Impacto científico y cultural
El proyecto Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV fue realizado a bordo del buque Falkor (too), plataforma de investigación que reunió a expertos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), el Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar), el IIMyC y el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (Ibbea).
Durante las dos semanas de navegación, además de las especies inéditas, el equipo registró microplásticos y basura marina a gran profundidad, evidenciando el impacto humano en ecosistemas poco explorados.
Para los espectadores, la transmisión significó algo más que un evento científico: fue un reality show desde el fondo del mar que despertó curiosidad, humor y fascinación. Los usuarios se apropiaron de los hallazgos, los comentaron como si fueran personajes de una serie y compartieron fragmentos en redes sociales, generando una comunidad virtual en torno al proyecto.
El mensaje que quedó grabado en el fondo del mar argentino
La imagen final del cartel “Gracias por el apoyo”, sostenido bajo el agua por el brazo del ROV, sintetizó la conexión entre científicos y público. Fue un cierre simbólico que combinó descubrimiento, emoción y reclamo.
Ahora, con la expedición finalizada, comienza una nueva etapa: el análisis de las muestras y la publicación de los resultados. Pero, para quienes siguieron la transmisión, quedará la certeza de que bajo el Mar Argentino existe un mundo extraordinario, lleno de vida y secretos que recién comienza a revelarse.