"Si bien las coactoras no han recurrido a un centro de salud, aquel requisito indispensable ya ha sido formalizado"; ya que en una nota certificada ante escribano público, la cónyuge expresó con carácter de declaración jurada "su voluntad procreacional respecto al embrión que se originó mediante la técnica utilizada", que luego gestó su esposa y que culminó con el nacimiento del niño. explicó la jueza en su fallo.
Así, en 2017 concretaron esa búsqueda y el método de fertilización vaginal en forma privada se realizó en el departamento de una de ellas. El niño nació en diciembre de ese año.Pero en el Registro Civil, les comunicaron que no podían anotarlo como hijo de ambas ya que esa opción era para personas que utilizaban un método de fertilización asistida hecho en un centro de salud.