El programa ATP se fue modificando con el correr de los meses, focalizándose cada vez más en los sectores "críticos" cuya actividad productiva todavía es nula o muy reducida, y reduciendo gradualmente el apoyo en las actividades "no críticas", que pasaron de estar muy afectadas en abril, con la cuarentena estricta, a recuperar paulatinamente nivel de demanda y producción similares a la pre pandemia.
En sus siete rondas, supuso el desembolso de $ 370.240 millones que aseguraron cierto nivel de ingresos para casi la mitad de la población registrada en relación de dependencia, unos 3 millones de trabajadores.
Además del pago de una parte de los salarios de trabajadores formales del sector privado, el Programa ATP otorgó garantías para créditos a tasa cero destinados a monotributistas y autónomos, préstamos con tasas subsidiadas para empresas, a través del los fondos soberanos Fondep y Fogar, la reducción de contribuciones patronales y el otorgamiento del seguro de desempleo.