Qué hizo Gustavo Costas durante la espera
En un momento donde la paciencia de los hinchas se ponía a prueba, Costas decidió ir hasta la popular visitante. Con un teléfono en la oreja izquierda —posiblemente hablando con familiares o allegados que estaban en la tribuna—, el DT no solo supervisó la situación, sino que también agradeció a los hinchas por su aliento y su esfuerzo por acompañar al equipo en un partido clave.
Este gesto fue destacado en redes sociales y por los propios simpatizantes, que valoraron la cercanía del entrenador en una situación incómoda.
Qué dijo Diego Milito sobre la situación
Diego Milito, presidente de Racing, también se mostró en el lugar y no ocultó su indignación. En declaraciones a la prensa, apuntó directamente a las autoridades del operativo: “No nos vamos a ir hasta que no se vaya el último hincha de Racing. Nunca vivimos algo semejante”.
El dirigente remarcó que la situación era responsabilidad del Ministerio del Interior uruguayo y de la policía: “Hay parte de la comisión directiva nuestra en la tribuna con familias. Es realmente una locura”.
Cómo terminó la noche para los hinchas de Racing
Si bien hubo algunos incidentes menores con las fuerzas de seguridad, la salida finalmente se dio de manera pacífica. Muchos hinchas habían ingresado al estadio antes de las 18 y recién pudieron marcharse casi ocho horas después. Tras la larga espera, comenzaron a emprender el regreso a la Argentina, ya pensando en el partido de vuelta.
Qué puede pasar en el partido de vuelta en Avellaneda
El próximo martes, a las 21.30, Racing recibirá a Peñarol en el Cilindro de Avellaneda con la obligación de revertir el 0-1 sufrido en Montevideo. En lo deportivo, el desafío será importante, pero también quedará por verse si las autoridades argentinas replicarán el protocolo de seguridad que vivieron sus hinchas en Uruguay.
El episodio dejó un sabor amargo entre los fanáticos y encendió el debate sobre el trato a las hinchadas visitantes en competencias internacionales. Mientras tanto, el gesto de Costas quedará como una de las pocas notas positivas de una noche complicada para Racing en Montevideo.