Salud sexual

Qué es el squirting, en qué se diferencia de la eyaculación femenina y cómo se logra

El squirting es la expulsión de un líquido durante la excitación o el orgasmo femenino, y puede lograrse tanto en la exploración individual como en pareja.

Redacción A24
por Redacción A24 |
El squirting es la expulsión de un líquido durante la excitación o el orgasmo femenino

El squirting es la expulsión de un líquido durante la excitación o el orgasmo femenino, y puede lograrse tanto en la exploración individual como en pareja.

El término squirting o squirt femenino proviene del inglés y se refiere a la expulsión de un chorro de líquido durante la excitación o el orgasmo en algunas mujeres. Este fenómeno puede darse en distintos momentos durante la estimulación sexual.

Según especialistas, el líquido que se expulsa en el squirting sale por la uretra, el conducto por donde también se elimina la orina. Se trata de un fluido claro, acuoso, inodoro y sin manchas. Aunque muchas mujeres experimentan ganas intensas de orinar antes de la expulsión, el squirting no es orina.

Es importante también diferenciar el squirting de la lubricación vaginal, que es el fluido natural producido para facilitar la penetración y la excitación.

Cómo identificar el squirting: no confundir con eyaculación femenina

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Para reconocer si se está experimentando squirting es importante prestar atención a ciertas señales: suele tratarse de una expulsión súbita y abundante de un líquido transparente y sin olor, que sale a borbotones o con espasmos, a diferencia de la orina normal.

También puede presentarse una sensación intensa de presión en la zona pélvica o ganas fuertes de vaciar la vejiga, que no se siente como micción común. Este fenómeno no suele estar acompañado por la sensación típica de orinar y no se puede orinar y hacer squirting al mismo tiempo, ya que durante la excitación o el orgasmo la válvula entre la vejiga y la uretra se cierra.

A menudo se confunden ambos fenómenos, aunque no son idénticos. La eyaculación femenina consiste en la expulsión de un líquido espeso, blanquecino y en pequeñas cantidades, producido por las glándulas parauretrales, también llamadas glándulas de Skene o “próstata femenina”. Estas glándulas se ubican cerca de la uretra y generan un fluido que contiene componentes similares al líquido seminal masculino, como antígeno prostático específico (PSA), fructosa y glucosa.

Mientras que el squirting se origina en la vejiga y corresponde a una orina diluida, la eyaculación femenina es un fluido distinto que suele liberarse justo antes o durante el orgasmo. La cantidad es generalmente menor y puede confundirse con la lubricación natural. Ambos salen por la uretra, pero difieren en su origen y textura.

No existe consenso científico sobre por qué algunas mujeres experimentan squirting y otras no. Algunas aprenden a provocarlo de manera voluntaria, mientras que otras no logran hacerlo a pesar de intentarlo. Se recomienda no obsesionarse con el resultado y priorizar la exploración y el disfrute del cuerpo y la sexualidad.

Cómo se puede lograr el squirting

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Para quienes desean experimentar el squirting, se sugieren las siguientes recomendaciones:

  • Buscar un ambiente cómodo y relajado que permita la exploración corporal sin presiones.

  • Estimular el punto G, una zona sensible en la pared anterior de la vagina, con movimientos suaves y rítmicos, generalmente con los dedos.

  • Combinar esta estimulación con la de otras zonas erógenas, como el clítoris, para potenciar la respuesta sexual.

  • Permitir que el cuerpo fluya sin contener las ganas de orinar; la relajación del suelo pélvico es fundamental.

  • Ser paciente y tener presente que cada cuerpo es diferente y que la práctica puede ayudar a descubrir esta experiencia.

Ni el squirting ni la eyaculación femenina son indicadores de la calidad o intensidad del placer sexual. Pueden ocurrir durante el orgasmo o en la fase de excitación, sin una relación directa con la experiencia de clímax. Estudios recientes sugieren que más de la mitad de las mujeres podrían experimentar la eyaculación femenina, y que este porcentaje podría aumentar con un mejor conocimiento del propio cuerpo.

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