La frase hizo ruido tanto entre hinchas de Racing como de otros clubes, dado que la comparación mezcló ironía con un juicio sobre la decisión del futbolista.
Por qué Marcos Rojo no usará su apellido completo en Racing
La inscripción “Marcos R.” en lugar de “Rojo” en la camiseta no es casual. El apellido coincide con el color que identifica a Independiente, histórico rival de Racing, y en este contexto, el propio DT Gustavo Costas —hincha reconocido de la Academia— le habría pedido evitarlo.
En las fotos oficiales de presentación difundidas por el club, Rojo aparece con la camiseta número 6 y la nueva inscripción. El gesto fue interpretado como un guiño a los hinchas, aunque no todos lo tomaron de la misma manera.
La decisión generó opiniones divididas. Por un lado, hubo quienes celebraron la medida como un detalle simpático que refuerza la identidad racinguista. Por otro, varios sostienen que el cambio de nombre es innecesario y que, en un deporte profesional, la identidad del jugador debe prevalecer sobre las rivalidades.
En redes sociales, las palabras de Gustavo López impulsaron aún más el debate. Algunos usuarios lo respaldaron, argumentando que un futbolista de la trayectoria de Rojo debería mantener su apellido sin importar el club. Otros consideraron que el periodista exageró la situación y que la decisión es un simple gesto hacia la hinchada.
Marcos Rojo, un refuerzo de peso para la Academia
Marcos Rojo, de 36 años, llegó a Racing tras su paso por Boca Juniors, donde sumó títulos y protagonismo. Con experiencia en la Selección argentina y en el fútbol europeo, el defensor busca aportar jerarquía y liderazgo al equipo de Costas.
Su incorporación se dio en medio de la ilusión académica por pelear los primeros puestos del campeonato. Sin embargo, el debate por la camiseta ensombreció momentáneamente la recepción del jugador, desviando la atención del plano deportivo al simbólico.
¿Puede un detalle en la camiseta marcar tanta diferencia?
En el fútbol argentino, los símbolos y las rivalidades históricas tienen un peso significativo. Evitar un apellido por su relación con el rival de toda la vida puede interpretarse como un gesto de compromiso con la institución, pero también como una concesión excesiva.
En este caso, el pedido de Costas y la aceptación de Rojo reabren una pregunta que divide a los hinchas: ¿hasta qué punto un jugador debe adaptarse a las tradiciones y sensibilidades de un club, incluso si eso implica modificar su identidad deportiva?
Más allá de la discusión, Rojo ya está listo para debutar con Racing. Su rendimiento en el campo definirá si la atención vuelve a lo futbolístico o si la “camiseta sin apellido” seguirá siendo tema de conversación. Por ahora, su llegada quedará asociada tanto a la expectativa deportiva como a uno de los debates más curiosos del mercado de pases reciente.