Sobre su gol, que coincidió con una fecha especial en su vida, Ronaldo reveló un toque personal: "Mi gol contra el Al Rayyan fue diferente e importante, porque mi padre se habría alegrado con él si estuviera vivo, ya que hoy (por ayer) es su cumpleaños". Esta declaración deja entrever un lado más humano y reflexivo del astro portugués, quien a lo largo de dos décadas ha competido ferozmente para estar en la cima del fútbol mundial.
A pesar de su histórica rivalidad con Messi, con quien compartió el escenario de los Balones de Oro —ganando cinco—, CR7 dejó en claro que su prioridad cambió totalmente: "Ya no es importante si soy el mejor o no, eso ya no me importa. Para un jugador es bueno marcar goles, pero para mí es mejor que el equipo gane". Estas palabras revelan un cambio en su mentalidad, donde el colectivo ahora parece tener más valor que las distinciones personales.
Sin embargo, Ronaldo sigue siendo el máximo anotador en actividad, y con su implacable capacidad de marcar goles tanto en Arabia Saudita como con la Selección de Portugal, se encuentra a las puertas de alcanzar la increíble cifra de mil goles. "Estoy acostumbrado a batir récords y ya no los busco. Lo más importante para mí ahora es disfrutar y ayudar al Al Nassr y a mis compañeros a ganar", afirmó el delantero, quien sigue demostrando su vigencia en la élite del fútbol, pero con un enfoque renovado.
Cristiano Ronaldo dejó claro que, aunque su hambre competitiva sigue viva, su mirada ahora está puesta en el disfrute del juego y en el éxito colectivo, marcando una nueva etapa en su legendaria carrera.