Más allá de su diplomática respuesta, Palermo y su equipo están atentos al desarrollo del torneo, sabiendo que la consagración de River –o de Flamengo o Fluminense, ganadores de las últimas dos ediciones de la Copa Libertadores– les daría la chance de participar en el máximo torneo de clubes a nivel mundial en 2025.
Olimpia se encuentra en una situación similar a la de Boca, que se aseguró su lugar en el Mundial de Clubes tras la eliminación de potenciales rivales directos en la tabla de puntos, como Nacional, Bolívar y The Strongest. El club paraguayo sabe que si el campeón de la Libertadores ya tiene su pasaje al Mundial, ellos heredarán el cupo, pero si el 30 de noviembre el campeón es un equipo que aún no está clasificado, como San Pablo, Atlético Mineiro, Peñarol, Colo-Colo o Botafogo, entonces se quedarán sin la oportunidad.
Palermo, consciente de la importancia de este escenario, se mantiene expectante mientras Olimpia sigue preparando la próxima temporada, con la esperanza de que la suerte le sonría y el equipo pueda viajar a la máxima competencia internacional de clubes el año próximo.