Por su parte, Tsunoda también se expresó y fue comprensivo, aunque marcó un punto sobre los excesos del fanatismo. “Sé que apoyan al piloto de su país, pero siempre hay un margen para que puedan decir algo. Ya lo viví con los que insultaban a Jack (Doohan)”, recordó.
El japonés remarcó que este tipo de ataques no ayudan a nadie: “Es bueno que tengan energía, pero simplemente contrólenla. No es personal”. El mánager de Colapinto ya había advertido en marzo sobre los riesgos de un fanatismo desmedido: en lugar de impulsar, puede terminar jugando en contra.
En medio de su debut como piloto titular en la Fórmula 1, Colapinto no solo lidia con los desafíos de la pista, sino también con la gran exposición mediática y las consecuencias de una hinchada apasionada que, en ocasiones, cruza límites innecesarios.