El precio de la fama

Dólar: cómo se produjo la resurrección del "puré", aunque ahora sólo para un millón de personas

Guillermo Laborda
por Guillermo Laborda |
Dólar: cómo se produjo la resurrección del puré, aunque ahora sólo para un millón de personas

Desde el lanzamiento del “súper cepo” el 15 de septiembre, el dólar blue trepó 27% y cerró el viernes a $167. Era previsible: con las mayores restricciones a la compra de dólares al cambio oficial, la demanda lógicamente se trasladó a las otras vertientes de la moneda norteamericana, ya sea en la Bolsa de Comercio o en la plaza informal. De más de 4 millones de personas que estaban habilitadas a comprar al tipo de cambio oficial, sólo sobrevivieron un millón a la razzia cambiaria impuesta por el BCRA.

Del mismo modo era previsible que el “puré”, también atacado por las medidas perpetradas por el tándem Martín Guzmán-Miguel Pesce hace menos de un mes, con el correr de los días iba a tener su resurrección. Y es lo que está sucediendo ahora. Esta operatoria consiste en comprar dólares al tipo de cambio oficial (más los impuestos) y venderlos en el blue. El puré, antes de las medidas de mediados de septiembre, dejaba utilidades de 30 pesos por dólar y, dado que se habilitaba la compra de u$s 200 como máximo, la ganancia era de $6.000 per cápita. Nada despreciable.

El Gobierno insiste en pretender frenar una corrida cambiaria poniendo impuestos. Al asumir el 10 de diciembre en el Palacio de Hacienda, Guzmán impuso el impuesto PAIS de 30% sobre las operaciones de compra de moneda extranjera. Como el dólar blue y el dólar en la Bolsa despegaron, se amplió la brecha entre el cambio oficial y el resto de las cotizaciones de la moneda norteamericana. Esas brechas son las semillas del “puré”. A mayor brecha, mayor ganancia.

Ahora bien, el 15 de septiembre, dado que el impuesto PAIS se quedaba corto, se perpetró el lanzamiento de otro impuesto sobre las operaciones cambiarias, en este caso el pago a cuenta de Ganancias del 35%. De esta forma, el dólar oficial más los impuestos PAIS y Ganancias, pasó a tener un valor de $132. Ese día del lanzamiento de medidas en el BCRA, el blue se operó a $131. Era el fin del puré. Pero su resurrección era tan previsible como el despegue del paralelo.

A los precios del viernes, el dólar oficial más el combo de impuestos, tenía un valor de $136. El blue se operó al cierre en $157 para la compra y $167 para la venta. La diferencia entonces para el puré volvía a ser atractiva ($21, de $157 a $136), lo que equivale a $4.200 de utilidad para los 200 dólares adquiridos por persona. La cantidad de personas que pueden acceder al subsidio oficial, al puré, son apenas un millón y paradójicamente son las de más altos ingresos las que reciben este IFE cambiario.

Pero a Guzmán-Pesce sólo les interesa conservar reservas y por esta vía “apenas” pierden 200 millones de dólares mensuales. Por ello es que, seguramente, el IFE cambiario persista unos meses más. Hay un factor no menor a tener en cuenta que no sucedía antes del “15-S”: el que accede al dólar oficial más impuestos no los vende rápidamente para hacer “puré”. Con la expectativa de un blue en una escalera al cielo, lo retiene hasta último momento. Así se trata de un puré ya no “instantáneo”, sino más diluido en el tiempo.

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