Esas determinaciones incluyen, en palabras de Cavallo, la demora en presentar un programa económico con el FMI, las restricciones a las exportaciones de carne, el cierre de fronteras, el manejo estatal de la Hidrovía y el cepo cambiario, entre otras cosas.
En este contexto, opinó que el Gobierno utilizó “tres armas electorales que son muy peligrosas”: “Una de ellas consiste en aumentar el gasto público, ajustar salarios, jubilaciones y demás prestaciones sociales por arriba de la inflación y despreocuparse de la reducción del déficit fiscal. La otra, de mantener muy bajo, alrededor de sólo el 1% mensual, el ajuste del tipo de cambio oficial”, enumeró.
“La tercera, utilizar las reservas que ha acumulado gracias al superávit comercial por el alto precio de la soja y demás productos de exportación, para acortar la brecha entre el precio del dólar en los mercados semi-libres (contado con liquidación y dólar bolsa) e impedir una escapada del dólar paralelo como la de setiembre de 2020, antes de las elecciones”, continuó.
Ante esto, consideró que el oficialismo busca que se recupere el poder adquisitivo para ganar las elecciones. “No es imposible que esto ocurra, pero como los operadores de mercados y de quienes siguen los acontecimientos económicos con experiencia y cuidadosa observación predecirán que la presión acumulada terminará en una explosión devaluatoria, no es descartable que esa predicción amenace con provocar el ajuste inflacionario antes de noviembre y el Banco Central se vea obligado a subir las tasas de interés y a desprenderse de muchas reservas. Si no lo hace, la explosión puede darse justo antes de la elección”, pronosticó el extitular de la cartera económica nacional.