Sobre la evaluación de la situación económica del semestre, los ejecutivos consultados sostienen una percepción desfavorable (68%); mientras que sobre la perspectiva para los siguientes seis meses, solamente un 34% confía en una tendencia igual o mejor.
De todas formas, la encuesta de IDEA mostró alguna mejora en la percepción a partir de aspectos positivos como una cierta reactivación por reapertura de la actividad y el consumo postergado.
Sin embargo, entre los puntos negativos, vuelven a posicionarse la inflación, falta de un plan económico, incertidumbre, brecha cambiaria y la presión tributaria, entre los más destacados.
“Lo positivo es coyuntural y lo negativo es estructural”, señaló Secco. Y agregó que “de lo que se espera a la realidad, hay una brecha importante. Si bien se nota una recuperación, se produce con gran dispersión sectorial".
Por su parte, D’ Alessio indicó que “la pandemia por COVID-19 trajo un achatamiento de la macro y eso continúa, aunque se observa cierta tendencia positiva. La realidad se acomoda, hay un leve repunte en la percepción de mejora en el nivel de actividad".
Ventas, empleo, rentabilidad y productividad
Por otro lado, existe un leve cambio de signo en cuanto a las ventas para los próximos 12 meses que, luego de dos años, vuelve a ser positivo. Lo mismo que para las exportaciones, donde también se aprecia un cambio de tendencia, con casi un 80% de respuestas favorables. “Los datos de los 10 primeros meses de 2021 reflejan este positivismo que, en parte, se explica por el aumento de los precios más que por cantidad de exportaciones”, explicó Secco.
Por su parte, el saldo neto del empleo privado sigue siendo negativo, pero en menor medida y también con un cambio de tendencia, principalmente entre empresas pequeñas y medianas sin diferencia de sector.
A su vez, la inversión muestra una leve recuperación, pero sigue baja como proporción de las ventas. En tanto que la rentabilidad es uno de los peores indicadores: 50% cree que disminuirá un poco o considerablemente.
Las tasas de capacidad ociosa bajaron levemente, mostrando signos de reactivación, aunque todavía con cierta dispersión. El total de empresas que estaban utilizando el 50% de sus maquinarias pasó del 23% al 38%.
Estabilidad y acuerdo con el FMI
Consultados sobre qué medidas considerarían apropiadas para incentivar las inversiones y mejorar el escenario de las empresas, un 70% eligió la estabilidad institucional. Luego, se mencionan la revisión del marco laboral y del marco impositivo, ambas con 61%.
En ese sentido, la demanda por mejores reglas laborales sigue en aumento, indicó D’Alessio, a la vez que remarcó estos indicadores como una clara “búsqueda de un horizonte predecible con factores claros para la competitividad”.
Respecto de cuáles son los factores que tendrían mayor impacto positivo sobre la economía argentina, la reducción del déficit fiscal (66%) es la piedra angular del cambio en la tendencia económica, seguida por cambios en el marco impositivo (40%) y el acuerdo con el FMI (29%). Una clara demanda de parte del empresariado por mayor estabilidad.
En ese mismo camino, para los empresarios de IDEA, los problemas de la situación argentina se deben al déficit fiscal (73%), a la falta de confianza (69%) y a la política monetaria (48%). Además, mencionaron a la inflación, la ausencia de un plan económico, la incertidumbre y la emisión monetaria.
Otra pregunta de la encuesta buscaba conocer la principal preocupación de los ejecutivos en su vida personal más allá de los negocios y, entre las respuestas, la inseguridad fue la más mencionada, seguida por la inestabilidad o ausencia de estabilidad política.
Finalmente, entre los desafíos para su empresa en el próximo año, los encuestados destacaron temas como la retención de talentos (60%), salarios (42%) y tecnología (36%). Al respecto, D’ Alessio mencionó que los temas sindicales, en otros momentos punto central de la preocupación de los empresarios, quedaron relegados a un segundo o tercer orden.
Por último, el relevamiento de IDEA destaca al teletrabajo como una tendencia que llegó para quedarse y se consolida entre las empresas y, por otro lado, muestra una creciente incursión en la disciplina de la sustentabilidad.