Luego de cinco años, ya rige el cese del pago anticipado de ese impuesto para acceder a las divisas para la importación. También beneficiará a quienes viajen al exterior, pero tendrá un impacto en la recaudación del fisco.
El impuesto PAIS ya no rige para la compra de dólares para la importación de elementos. (Foto: A24.com)
El impuesto PAIS comienza a despedirse luego de 5 años de vigencia y cambios en sus alícuotas. Desde ahora, ya no corre más la exigencia del pago por adelanto para hacerse de los dólares necesarios para pagar importaciones. A partir del primer día del año 2025, dejará de sumarse al precio de los productos cuyo valor original es en dólares.
Esto comienza a impactar en los importadores, en la producción y también lo hará, cuando ya no tenga más vigencia, en los viajes al exterior o compras con tarjetas de créditos. Los precios de los pasajes o artículos que se compren en el exterior - o se consuman - y se paguen con tarjeta ya no tendrá la alícuota del impuesto PAIS. Aunque se mantenga el precio original en dólares, euros o reales, por ejemplo, la conversión al tipo de cambio oficial en pesos ya no tendrá el peso de ese impuesto.
La medida que ya había sido anunciada, quedó publicada en el boletín oficial la resolución general 5604/2024 de ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero, el organismo que reemplazó a la AFIP).
De esta manera, en menos de un mes, caducará el tributo impuesto durante el gobierno del presidente Alberto Fernández ante la escasez de divisas de la Argentina. A medida que la falta de divisas se profundizó, la administración anterior elevó la alícuota original al 15% para el impuesto para bienes y servicios importados. Desde octubre, esa alícuota regresó al 7,5 por ciento.
Será más fácil o menos oneroso conseguir los dólares para importaciones. Esto favorecerá a un sector de la economía argentina pero puede perjudicar a quienes siguen atados a regulaciones y otros tipos de impuestos que elevan el precio final para la venta y comercialización.
Aunque si se importan insumos a precio menor en dólares, tal vez pueda haber una leve disminución en los precios en nuestro mercado. Pero si no hay una simetría entre la disminución de las trabas para la importación y los impuestos internos, determinada producción local puede ser incapaz de competir frente a importaciones masivas.
Luego de meses de estudio, el gobierno del presidente Javier Milei decidió no buscar otra medida contributiva alternativa. De manera que el acceso a las divisas para importaciones y pagos de consumos dolarizados - streaming, por ejemplo - o viajes al exterior serán más baratos ya que tendrán un impuesto menos. La nueva agencia impositiva - ARCA - deberá ver como hace para no comprometer los recursos que sostienen al "déficit cero" como prioridad para el gobierno libertario.
El dólar tarjeta o turista se posicionaría en torno a $1.300 al cambio actual, ya que solo aplicaría el 30% a cuenta del impuesto a las Ganancias. Es decir, estaría a mitad de camino entre el valor oficial y el que se debe pagar con los impuestos vigentes, que sumado el PAIS, llevaba el valor de la divisa alrededor de 1.600 pesos. Según estimaciones del Banco Central, en la actualidad la mitad de los gastos de argentinos en el exterior se hacen con dólar.
La otra actividad que tendrá un impacto notable es el turismo al exterior. Los pasajes serán más baratos y lo mismo sucederá con los gastos que se hagan en el exterior. Hasta ahora, era recomendable tener los dólares en efectivo para pagar en los vencimientos sin tener que agregar el impuesto PAIS. Pero eso restringía la cantidad de personas en esas condiciones o el dinero "atesorado" para gastar en un viaje al exterior.
Ahora, al eliminarse el impuesto PAIS, los precios serán menos caros o más baratos - según como se mire - lo que puede volver a hacer aumentar los gastos de argentinos en el exterior con tarjeta. En definitiva, más divisas que se irán del país.
Si la baja de la inflación y el dólar con la devaluación establecida en el 2% mensual ("crawling peg") han hecho que el peso se revalúe en algún sentido, la desaparición del impuesto PAIS, tendrá un efecto similar. Sobre todo, porque se hará efectivo en plena etapa de vacaciones. Comparando precios - con la salvedad del pasaje y no siempre - hay destinos en el exterior que son más baratos que en la Argentina. Por lo tanto, más gente se animará y ya lo hace, a pasar sus vacaciones fuera del país.
Esto hará que se afecten las reservas en dólares, porque la recuperación de la economía argentina, es solo el sectores puntuales. Como dijimos, parte del consumo en el exterior se viene realizando gracias a los "dólares ahorrados".
Como la Argentina está nuevamente cara en dólares, el el déficit turístico sigue siendo elevado. Si a esto se le agrega que con la salida del impuesto PAIS, los gastos con tarjeta crecerán, las reservas tendrán mayor movimiento. Una consultora estimó que el déficit de la cuenta cambiaria debido a los gastos de turismo casi llegó a los U$S 600 millones en septiembre y U$S 3.939 millones en lo que va del año.
Las cuentas entre salidas de argentinos y visitas turísticas de extranjeros son claras. Los viajes al exterior aumentaron casi un 25% y el turismo receptivo cayó un 30%. Es decir, salió una cuarta parte más de divisas e ingresó una tercera parte menos en comparación.
La eliminación del impuesto PAIS es necesaria porque es una de las tantas distorsiones del sistema impositivo argentino. Esta fue la manera que los gobiernos tuvieron durante años para "financiar" el enorme déficit fiscal por la falta de creación de riqueza. Tenemos el mismo PBI que en la década del 70.
Los cambios, si no son acompasados, pueden traer otras consecuencias mientras llega el "rebote", "recuperación" o "despegue" de la economía argentina. Adiós, impuesto PAIS.
