La división prendas de vestir y calzado (6,6%) fue la que mostró un mayor aumento a nivel nacional, y la que tuvo la mayor incidencia en la mayoría de las regiones. Esta suba, a su vez, explicó gran parte del incremento que exhibió la categoría Estacionales (4,8%) en el mes.
En el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas se mostró una variación de 1,0%, donde las subas observadas en Pan y cereales, Café, té, yerba y cacao, y Verduras, tubérculos y legumbres fueron compensadas por aumentos más moderados, e incluso bajas, en el resto de las clases que componen la división.
Asimismo, contribuyeron a la desaceleración la estabilidad de las tarifas de los servicios públicos. El menor dinamismo de los bienes respondió a las subas acotadas de los alimentos y bebidas, donde tuvieron fuerte incidencia los programas gubernamentales de administración de precios (Precios Máximos y Precios Cuidados).
La acotada volatilidad cambiaria en el marco del régimen de flotación administrada, la administración de la liquidez con los instrumentos de regulación monetaria y las políticas activas del Gobierno en materia de precios de referencia (Programa de Precios Cuidados) y de precios máximos, contribuyen a consolidar el proceso de desinflación.