Del otro lado del mostrador está el riesgo país. Se ubica en torno a los 820 puntos y no se descarta que pueda testear los máximos de la administración macrista. Aquí incide una frase que comienza a estar de moda en la plaza: "la sustentabilidad de la deuda argentina".
Uno de los factores que alimenta las dudas sobre la capacidad de pago de la deuda argentina es el propio FMI. Su representante en la Argentina Trevor Alleyne quien en una reunión con inversores convocados por el Santander afirmó que el organismo analiza mensualmente la "sustentabilidad de la deuda argentina".
En mayo comenzarán a develarse los primeros misterios. La licitación de Letras del Tesoro con vencimiento posterior al 10 de diciembre, es decir ya bajo una eventual nueva administración, dejará en blanco sobre negro la incertidumbre política existente. Esta semana el gobierno renovó los vencimientos de Letras en dólares pero claro, vencían antes de un eventual cambio de gobierno. Aún así hay dudas en la plaza por el comportamiento de entes públicos.
Al parecer hubo varios que participaron activamente en la compra de Letes. Una medida de transparencia se la secretaría de Finanzas a cargo de Santiago Bausili sería la de discriminar por bancos los compradores de Letes. Pero es difícil que ello se cumpla. La transparencia es buena pero no tanta.
Una cuestión no abordada es que la Argentina tiene el 80% de su deuda en dólares. En la medida en que el dólar suba, se complica la capacidad de pago del país dado que recauda pesos. El ministro de Economía porteño Martín Mura se ocupó desde 2016 de pasar deuda en dólares a pesos. Distinta sería hoy la situación del país si Prat Gay y Luis Caputo hubieran adoptado la misma estrategia.
El divorcio de dolar y riesgo país es probable que se mantenga en las próximas semana. Si se vuelven a juntar es más probable que sea porque el dólar vuelva a subir que porque el riesgo país baje. Las dudas sobre la capacidad de pago de la deuda son difíciles de disipar más con una elección presidencial a la vista.