La PSA realizó una denuncia sobre el uso indebido de bienes incautados durante la gestión de José Glinski, novio de Tamara Pettinato
Tras la apertura de un sumario en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por el trato VIP a Tamara Pettinato en los aeropuertos, surge un nuevo escándalo relacionado con la gestión anterior de esa fuerza. Se trata de una mansión en Martínez, expropiada a narcos y entregada a la PSA durante el gobierno de Alberto Fernández, que habría sido utilizada para organizar fiestas en lugar de destinarse a la capacitación del personal, como se había establecido.
La casona, ubicada en la calle General Alvear 1193, en San Isidro, fue confiscada al clan Loza, una organización narcotraficante desmantelada en 2017 durante la "Operación Cambalache". La propiedad, de 1.325,99 metros cuadrados, pasó a manos del Estado tras una demanda de extinción de dominio y fue asignada a la PSA cuando José Glinski, pareja de Tamara Pettinato, estaba al frente de la fuerza.
En principio, la mansión debía utilizarse como vivienda de servicio para el personal y para la capacitación de los agentes de menor rango. Sin embargo, según denuncias recogidas la propiedad fue escenario de fiestas organizadas por la PSA los fines de semana, lo que generó el descontento y el temor de los vecinos, quienes describieron un constante movimiento de patrulleros y policías en el lugar.
La situación se suma a la polémica que envuelve a Glinski y la PSA, luego de que se revelara un trato preferencial hacia Tamara Pettinato, incluyendo viajes en vehículos de la fuerza durante la pandemia.
