Elecciones en Estados Unidos

Ahora es oficial: Joe Biden y Donald Trump irán por la revancha en la lucha por la Casa Blanca

Tanto Joe Biden como Donald Trump dominaron las primarias de sus partidos y ya tienen los delegados necesarios para ser nominados oficialmente como candidatos.

Ya es oficial. En noviembre

Ya es oficial. En noviembre, Donald Trump y Joe Biden tendrán una revancha de la elección presidencial (Foto: A24).

Desde el momento en que perdió las elecciones de 2020, el magnate anunció que volvería a ser candidato porque había sufrido un fraude en su contra. En una aplastante primaria consiguió rápidamente la nominación del partido Republicano.

Joe Biden, por su parte, gobernó sin referirse a una reelección en el principio de su gestión en el Salón Oval. Pero en la medida en que quedó bien en claro que el magnate de Mar-a-lago era la única figura rutilante en los republicanos, cambió su perspectiva. Biden está convencido de ser el único demócrata que puede volver a derrotar a Trump.

Por eso, para el 5 de noviembre, los norteamericanos solo hablan de un "rematch": la "revancha".

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Una revancha esperada durante 4 años

Los dos políticos son muy grandes de edad. Biden tiene 81 años y cuando ganó en 2020 se convirtió en el presidente de mayor edad al asumir en los Estados Unidos. Pero Trump no es mucho más joven: en junio, en plena campaña, cumplirá 78 años, apenas tres menos que el presidente. Esto habla en primer lugar del problema de la sociedad norteamericana para encontrar nuevos líderes para la primera potencia mundial, en un mundo mucho más complejo y peligroso desde la pandemia de Covid-19.

Trump todavía no tiene elegido su vicepresidente. Su marcado tono autoritario le trajo más de un problema con su vice, Mike Pence. La relación se deterioró con el reclamo permanente de Trump sobre un fraude en la elección que perdió (Pence no lo secundó en esa postura) y voló por los aires cuando los violentos hechos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Pence, presidiendo la sesión para ratificar el triunfo electoral de Biden, tuvo que ser evacuado por los servicios de seguridad. Una turba intentó tomar el Capitolio. A diez cuadras de distancia, el presidente Trump miraba (¿alentaba?) a los violentos sin mover un dedo para ayudar a su vice.

Para Biden su candidatura también se repite por la "defección" de Kamala Harris. Afroamericana, de 55 años al ser elegida como vicepresidenta, era vista como la "renovación natural" para aspirar a otros cuatro años de los demócratas en la casa Blanca. Con la novedad de poder convertirse en la primera mujer y afroamericana en ser presidente de los Estados Unidos.

Pero en estos cuatro años, no logró desarrollar una impronta personal de jerarquía. Nunca pareció dar con la talla. No solo como vicepresidente sino -más importante todavía- como eventual relevo para la Casa Blanca. Su figura es opaca en Washington, opaca fuera de los Estados Unidos y no entusiasma al electorado de su país. Así, Biden se vio a sí mismo sin opción: es el único que puede volver a frenar a Trump, aunque las encuestas dan al magnate republicano adelante.

Trump y Biden: líderes acosados por diferentes problemas

Con las primarias de este miércoles, ambos se aseguraron el número suficiente de delegados para ganar la nominación presidencial. Pero esto no significa más que la ratificación de la nula renovación de la política en ese país.

Trump repite exactamente lo mismo que en 2016 y en 2020. Ocho años después de su triunfo electoral, cree que su visión "congelada" de los Estados Unidos y del mundo es suficiente. Apuesta por una retracción internacional del país. Enemigo del multilateralismo y de gastar en la defensa de Europa y el funcionamiento de la OTAN. Prefiere el diálogo personal con personajes como Vladimir Putin, Xi Jinping, Kim Jong-Un o Viktor Orbán. Aunque sean dictadores, se siente más cómodo con ellos que con los aliados tradicionales de Europa y Canadá. Y detesta a las Naciones Unidas.

En política interior, su visión cristalizada se mantiene. Bajo el slogan "MAGA" (que significa en inglés "hagamos grande a Estados Unidos nuevamente") proclama algo ya conocido: los inmigrantes ilegales contaminan a su país, son un problema y su enorme mayoría está asociada a la criminalidad y el narcotráfico. Bajar impuestos es la base para el crecimiento económico. Trump repite que de no ser por la pandemia de 2020, la economía de su país habría crecido tanto que su victoria electoral hubiera sido arrasadora.

Pero al mismo tiempo, en estos 4 años acumuló varos procesos judiciales en su contra. Desde temas personales en los que fue condenado, como abuso sexual, hasta en temas de Estado, como el "robo" de material clasificado o la nunca resuelta participación o instigación a la violencia en el Capitolio en 2021.

Sin embargo, Trump atacó sistemáticamente a los demandantes y fiscales que actuaron en su contra. Convirtió cada causa en un caso de "lawfare" con un solo propósito: quitarlo de la segura victoria electoral en noviembre de este año.

La Corte Suprema Federal, le dio el respaldo final cuando determinó que puede ser candidato a las elecciones, ante una prohibición de la Corte del Estado de Colorado.

Incluso ha sabido sacar provecho de los escasos 3 años que lo separan de Biden. Se muestra vital y enérgico. Este miércoles, al saludar haber alcanzado la nominación presidencial, volvió a asegurar: "Joe Biden está gagá".

La gestión y la edad, las trabas para Biden

Biden llegó con el discurso internacional de poner nuevamente a los Estados Unidos en el mundo, en contraposición al "aislacionismo" de Trump. Pero el mundo lo sorprendió. No encontró la manera de frenar el avance ruso sobre Ucrania y dos años después, su apoyo de dinero (miles de millones de dólares) y de armas no pueden inclinar la balanza del lado ucraniano. Desde hace 5 meses, el conflicto entre Israel y Hamas tampoco pudo solucionarse. El apoyo inicial a Israel se mantiene, pero los pedidos de respetar a la población civil y proveer ayuda humanitaria lo mantienen en una relación de tensión con el premier Israelí, Benjamín Netanyahu.

Solo haber evitado que el conflicto escale es el mérito que puede exhibir la administración Biden.

En la política interna, la inflación se disparó por los gastos de la pandemia y llegó a un olvidado 10%. A fuerza de subir las tasas por parte de la FED, logró bajarla al 3% en este año. Pero no basta. Y eso no termina de conformar un punto a su favor en el manejo de la economía para el ciudadano común.

Aunque su principal rival es él mismo, su edad avanzada, sus continuos "bloopers" y confusiones lo presentan como cuestionable para ser el líder de la primera potencia mundial. El hombre que, entre otras cosas, tiene el control de la "maleta nuclear".

A tal punto llega la duda sobre su "idoneidad", que en estos momentos una comisión del congreso analiza el examen cognitivo conducido por un fiscal especial.

Pero nada de todo lo apuntado hace mella en lo que se supo en el momento en que Biden derrotó a Trump en 2020. Cuatro años más tarde, volverían a enfrentarse. Y así sucederá.