Las imágenes del atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, causaron un gran impacto en Brasil, que está inmerso en la campaña presidencial más tensa de las últimas décadas.
Las imágenes del atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, causaron un gran impacto en Brasil, que está inmerso en la campaña presidencial más tensa de las últimas décadas.
Si bien queda un mes para la disputada elección en Brasil, el ataque contra Cristina Kirchner puso en alerta a Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, quienes decidieron revisar los protocolos de seguridad para sentirse más protegidos, según informó la agencia Reuters.
El viernes trascendió un grave incidente ocurrido en un templo evangélico de Goiania, cerca de la capital, Brasilia. Una discusión entre dos fieles porque la iglesia ha instado a no votar a la izquierda acabó con uno de ellos -un policía militar fuera de servicio- disparando un tiro en la pierna al otro.
Hace dos meses, otro agente mató a un dirigente local del Partido de los Trabajadores (PT) en Foz de Iguazú en otra discusión.
Paulo Teixeira, uno de los jefes de campaña de Lula, analizó este viernes el ataque en la Argentina y que la seguridad del candidato será revisada. Y confirmó: “Tendremos que analizar con detenimiento este aumento de la violencia política en nuestro país, que es azuzada por el actual presidente”, dijo a la agencia británica Reuters.
Horas antes, el expresidente Lula había dicho por Twitter: "Esta violencia y odio político que han incitado algunas personas es una amenaza para la democracia en nuestra región", en lo que supuso un indirecto mensaje a su rival, el presidente Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, un ex capitán del Ejército de extrema derecha, ha instado a sus seguidores a armarse antes de las elecciones o a arriesgarse a ser “esclavizados”. Los críticos dicen que sus ataques contra Lula, al que tacha de comunista corrupto, han contribuido a crear un ambiente tenso.
Antes de las elecciones de 2018, que llevaron a la presidencia a Bolsonaro, éste fue apuñalado por un hombre, luego declarado inimputable por la justicia brasileña. Bolsonaro, herido a la altura del hígado, fue operado de urgencia y tras su recuperación ganó las elecciones de ese año.