El presidente Nayib Bukele, seguro de su triunfo, no esperó el resultado oficial para proclamarse vencedor. También opinó sobre el caso de la inseguridad en la Argentina y lo comparó con el modelo que aplicó en el Salvador.
Nayib Bukele, Triunfo arrasador en El Salvador y un mensaje para Javieer Milei. (Foto: Gentileza Diario de Hoy)
"De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. Un récord en toda la historia democrática del mundo", así celebró Nayib Bukele su arrasador triundo en El Salvador. Tan segura era su victoria que ni siquiera esperó el resultado oficial para proclamarse ganador.
Bukele utilizó un controvertido procedimiento para poder presentarse a una reelección que la constitución de ese país no permite, pero demolió a sus contrincantes. Sacó 10 veces más votos que el segundo. Y si ya controlaba la Asamblea Nacional, ahora, con estos resultados, la controla casi por completo. Un reparo a todas las advertencias sobre la "calidad" democrática de El Salvador.
Pero Nayib Bukele tiene otra mirada: "No hay dictadura, la gente está votando en democracia. El pueblo dice: no estoy oprimido, estoy feliz”.
En su primer contacto con la prensa tuvo tiempo de referirse a la situación de Javier Milei, su presidencia y la seguridad en la Argentina. Esa fue la base de su enorme popularidad en El Salvador. Bukele dijo: "Yo creería que el problema en Argentina es más pequeño, aunque preocupante, sobre todo en Rosario y algunas zonas, pero es más pequeño que en El Salvador y, por ende, si bien se pueden aplicar algunas cosas -y sería, creo yo, positivo aplicarlas-, no tendría que ser tan drástico".
Además ofreció toda la colaboración posible a la ministra de seguridad, Patricia Bullrich.
Con este triunfo, Nayib Bukele pasa a tener un control absoluto del poder. Su gestión acaba de ser retificada con el 85% de los votos de los salvadoreños. El candidato que llegó en segundo lugar, Manuel Flores, del Frente Farabundo Martí para la Liberación (FMLN), logró apenas 110.244 votos válidos que contrastan contra 1.295.800 votos para Bukele. El presidente le ganó 10 a 1.
Pero además, los cálculos peliminares le otorgan 58 de los 60 legisladores en la Asamblea Nacional, es decir una mayoría absoluta. En su primer año de gestión, con un parlamento opositor, Bukele hizo ingresar a las Fuerzas Armadas al Congreso para presionar a los legisladores. Ahora, ya no necesita ese "proceso" para ganar las votaciones.
La enorme popularidad del mandatario se debe a la lucha que emprendió contra las pandillas y el crime organizado. Construyó una megacárcel que pobló en pocos meses con más de 100.000 detenidos. Cuando le preguntaron sobre el caso argentino y la inseguridad, dijo: “El problema de seguridad de la Argentina es bastante menor como para aplicar las mismas medidas”.
Pero luego avanzó y señaló: " Como el problema es menor, probablemente la receta deba ser menos drástica".
Citó luego el caso de la situación en Rosario: “Yo creería que el problema en Argentina es más pequeño, aunque preocupante, sobre todo en Rosario y algunas zonas, pero es más pequeño que en El Salvador como para aplicar estas medidas”, dijo el mandatario salvadoreño.
También contó que tuvo una larga conversación del Javier Milei por teléfono - "un llamado protocolar de dos minutos se extendió por media hora" - cuando el libertario ganó las elecciones. Bukele reveló que Milei le hizo un duro cuadro de la situación económica del país y el presidente salvadoreño le advirtió por dos temas. El primero, por supuesto, la magnitud de la crisis pero, además, Milei enfrenta otro problema.
Bukele lo comparó con sus dos primeros años de gobierno: "El es el presidente, pero se va a dar cuenta de que tiene un sistema que no está de acuerdo con él. Tiene un Congreso y un poder Judicial que lo van a poner con realidades políticas que le van a complicar lo que él quiere hacer."
