Bajo un impresionante operativo de seguridad, Estados Unidos despidió a Charlie Kirk, el activista conservador de 31 años y fundador de Turning Point USA, asesinado el pasado 10 de septiembre en Utah.
La ceremonia tuvo lugar en el Estadio State Farm de Glendale, Arizona, con capacidad para 63 mil personas.
Bajo un impresionante operativo de seguridad, Estados Unidos despidió a Charlie Kirk, el activista conservador de 31 años y fundador de Turning Point USA, asesinado el pasado 10 de septiembre en Utah.
La ceremonia tuvo lugar en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, el mismo que suele albergar el Super Bowl. Allí se reunieron más de 73.000 personas, lo que convirtió al evento en uno de los funerales más concurridos de los últimos años en el país.
El propio Donald Trump viajó para asistir y pronunciar un discurso. “Este funeral es para celebrar la vida de un gran hombre. Realmente un gran hombre”, dijo el expresidente, quien considera a Kirk una de las figuras más influyentes en la difusión del movimiento MAGA (Make America Great Again) entre los jóvenes.
El funeral, organizado por Turning Point USA, la organización que Kirk fundó en 2012, contó con la presencia de altas figuras del gobierno estadounidense, entre ellas el secretario de Estado, Marco Rubio, y el vicepresidente J.D. Vance.
La seguridad estuvo a cargo del Servicio Secreto, en coordinación con agencias locales y estatales. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) clasificó el evento con el máximo nivel de seguridad, una categoría reservada para reuniones de gran envergadura como el Super Bowl o la asunción presidencial.
“Este es la parte de Estados Unidos más protegida en este momento”, resumió la CNN al describir la cantidad de efectivos desplegados dentro y fuera del estadio.
La ceremonia estuvo marcada por un fuerte componente patriótico: una gigantesca bandera estadounidense cubrió el escenario, mientras miles de asistentes vestían los colores rojo, blanco y azul, o llevaban gorras con el eslogan de Trump “Make America Great Again”.
La musicalización estuvo a cargo de reconocidos artistas cristianos como Chris Tomlin, Brandon Lake, Phil Wickham, Kari Jobe y Cody Carnes, quienes interpretaron canciones de fe y esperanza. Además, hablaron varios amigos y colaboradores cercanos de Kirk, incluido un emotivo discurso de su viuda, Erika Kirk, quien agradeció el apoyo masivo y pidió “seguir el legado de Charlie” en la defensa de los valores conservadores.
Kirk fue una de las figuras más influyentes del conservadurismo estadounidense en la última década. Desde joven se convirtió en un activista que cuestionaba el progresismo en las universidades y defendía políticas nacionalistas, antiinmigración y en contra de la “ideología de género”.
Durante el gobierno de Trump, se transformó en su principal aliado en redes sociales. Su programa de radio, sus libros y sus publicaciones virales en X (antes Twitter) se convirtieron en una poderosa herramienta de comunicación para el movimiento MAGA.
El 10 de septiembre, Kirk fue asesinado a balazos mientras hablaba con estudiantes en la Universidad de Utah. El principal sospechoso, Tyler Robinson, de 22 años, fue detenido y podría enfrentar la pena de muerte si es hallado culpable.
El crimen profundizó la polarización política en el país. Según informaron las autoridades, el atacante dijo haber actuado motivado por el “odio” hacia las posturas públicas de Kirk, especialmente su crítica a personas transgénero, musulmanes y otras minorías.