En concreto, pidió que todos esos envíos se levanten y desaparezcan de las ofertas para los televidentes. Por supuesto, no dijo nada de mensajes similares, pero de signo contrario, que se emiten diariamente desde señales como Fox News, sobre los políticos demócratas y sus seguidores.
El caso Kimmel es apenas la punta del iceberg de la transformación compleja de la sociedad norteamericana. La primera enmienda de la Constitución garantiza la libertad de opinión. Sólo la Justicia puede actuar contra dicho que alguien pueda considerar falsos o agraviantes.
Sin embargo, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca parece querer imponer un "código" sobre qué es lícito opinar, yendo por encima de esa garantía constitucional, pilar del sistema de libertad en los Estados Unidos.
Kirk, Kimmel y la libertad de opinión
La manera brutal del asesinato de Michael Kirk es una causa grave para la política norteamericana. Alguien planeó la manera para asesinarlo con una precisión que espanta. Llevó un rifle de alta precisión, para armar en el lugar. A 180 metros de distancia, necesitó un solo tiro para darle en el cuello a Kirk y herirlo mortalmente.
Por eso, Estados Unidos debate cómo la violencia en los dichos y mensajes, se traduce en casos de violencia directa contra personas. Ya hubo varios casos. También con los demócratas, como hace pocos días: la presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, Melissa Hortman, fue asesinada a tiros junto a su esposo dentro de su casa.
Trump lo consideró a Kirk un héroe nacional y le otorgó una medalla postmortem. Al mismo tiempo, habló de una izquierda radical como responsable cuando no se había podido capturarlo al asesino. Y Kimmel hizo un comentario en sentido contrario. El asesino puede ser un joven que compartía ideas con Kirk.
El presidente de los Estados Unidos, en su mensaje por las redes sociales, enfocó, como suele hacerlo, su recelo con los comunicadores.
mensaje de Trump por kimmel
Trump, satisfecho por el despido de Kimmel y va por otros comunicadores. (Foto: Cuenta personal de Trump)
"Grandes noticias para América: los ratings desafiaron a Jimmy Kimmel Live y fue cancelado. Felicitaciones a ABC por finalmente haber tenido el coraje de hacer lo que hicieron. Kimmel tiene CERO talento, peor que el de Colbert, si eso es posible. Esto deja a Jimmy (Fallon) y a Seth (Meyers), dos perdedores totales en la fake NBC News. Sus ratings son también horribles. Háganlo NBC. Presidente DJT", dice el mensaje.
los apuntados
Trump celebró que Kimmel y Colbert están fuera del aire. También señaló a Jimmy Fallon y Seth Meyers, con programas similares. (Foto: A24.com)
Con los dos primeros, además de Kimmel se refiere a otro histórico, Stephen Colbert, cuyo programa llegará al cierre, a fin de año, luego de décadas en el aire. Pero además, apunto a Jimmy Fallon y a Seth Meyers, dos conductores con programas similares. ¿Serán los próximos?
La libertad de opinión, cuestionada en el país de la libertad
El himno norteamericano finaliza diciendo: "...the land of the free and the home of the brave". Traducido, la tierra de la libertad y el hogar de los valientes. Como ya dijimos, la primera enmienda constitucional considera a la libertad de opinión como una base indispensable e indisoluble del sistema político y judicial de los Estados Unidos. Pero hasta esa garantía constitucional está en duda ahora. No solo en ese país, muchas democracias, en varios lugares del mundo, alientan leyes que restrinjan la libertad de opinión. Ya no es solo de gobiernos autoritarios. O peor: ¿vamos hacia un autoritarismo con elecciones periódicas?
Como suele suceder en Estados Unidos, las primeras reacciones en casos como este, proviene de Hollywood. Muchos artistas salieron a condenar los dichos del presidente Trump y especialmente, la decisión de la ABC.
Tomemos solo dos ejemplos. Ben Stiller dijo: "La decisión de suspender el programa de Kimmel no es correcta". Y la hija de Tony Curtis, Jamie Lee expresó: "Creo que nadie puede ser cancelado por sus expresiones. Es un error".
El homicidio de Charlie Kirk, lejos de promover el debate para bajar la violencia en la política, abrió un camino inesperado por la libertad de opinión.