Cuando la policía inquirió a los padres por una explicación para semejante oprobio, se remontaron al aislamiento obligatorio que hubo que vivir durante la pandemia de Covid.
Los chicos fueron llevados a un hospital para un completo estudio de su estado de salud, física y emocional. Los padres están detenidos y afrontan graves acusaciones por un mal trato extremo con los menores, por supuesto, agravado por el vínculo.
Los secretos de la casa del horror
Fue una vecina la que alertó a las autoridades, pues escuchaba voces infantiles, pero nunca veía a esos niños jugar fuera del chalet. Al llegar los agentes de la Policía Local a la vivienda, el padre les abrió en un pobre estado físico y les pidió que se pusiesen mascarillas y mantuviesen la distancia con los menores. De inmediato comprendieron el porqué de tan extraña solicitud. La casa era un desastre, mal mantenida y completamente sucia. Tan sucia que el olor era difícil de soportar.
El matrimonio, él alemán y ella estadounidense, de 53 y 48 años respectivamente, mantenía a sus hijos encerrados sin dejarlos salir para nada. Aislados del mundo. Tanto, que pese a su edad (dos de 8 y uno de 10) les colocaban pañales a diario. Inconcebible. Estaban obligados a respetar unos estrictos horarios, incluso para ir al baño, y eran tratados como unos bebés. Eso explica el porqué de los pañales.
Solo tenían un efímero contacto con el exterior: podían pasar cada tanto, un tiempo muy limitado para mirar por la ventana. Ese era su único divertimento. Tenían la obligación de respetar unos estrictos horarios, incluso para ir al baño, y eran tratados como unos bebés.
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Niños de ocho años obligados a dormir en camas como cunitas. La policía reunió bolsas repletas con la basura que poblaba la casa. (Foto: A24.com)
La pandemia de Covid, ¿el origen de esta barbaridad?
Los padres, detenidos por la Policía, dijeron que todo comenzó por la pandemia en 2020. Con la obligación de aislarse para evitar contagios si no se estaba vacunado. Pero para las autoridades esto sonó a una excusa inconsistente o algo más grave: los adultos tienen problemas cognitivos, tal vez, generados por el encierro de esa época.
Los padres decidieron aislar a los hijos, pero por completo. No podían salir de la casa, ni siquiera con barbijos hasta el patio o el frente. Como ya señalamos, solo unos ratos escasos para mirar por la ventana. Mientras tanto, el mantenimiento de la casa se fue deteriorando. El desorden se generalizó y eso dejó paso a la mugre que lo invadió todo.
Lógicamente, esa degradación colectiva afecto a los tres chicos. Se higienizaban muy poco y comenzaron a estar sucios. Los niños dejaron de ir a las escuelas, pero, además, había excrementos humanos por varios lugares de la casa.
En ese estado los encontró la policía al entrar en la vivienda.
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Por casualidad se descubrió la casa del Horror en España. Vecinos llamaron por el apagón en toda España y cuando la policía llegó para evaluar las condiciones del barrio, encontraron esta casa en la que niños eran tratados como aislados del mundo entero. (Foto Gentileza ABC)
Un factor colateral con una ayuda inesperada: el "apagón" en España
Justamente ese problema que conmovió a España, Portugal y Europa, tuvo un elemento positivo: las personas que tenían algún teléfono en funcionamiento - en pleno apagón - se comunicaban con la policía para pedir ayuda. Justamente fue una vecina - con la que iniciamos la nota - la que avisó sobre la posibilidad de algún problema en esa vivienda. Se cortó la energía y no vio a nadie salir para pedir ayuda, proveerse de velas o alimentos o simplemente, comentar con los vecinos la emergencia.
Entonces, cuando la policía llegó hasta el lugar - para ver los efectos del apagón - se encontró con esta verdadera pesadilla para esos tres chicos, provocada y mantenida por sus padres durante casi 4 años. Una sola información sirve para ilustrar el grado de abandono o desconexión de los niños: cuando vieron a los policías, con sus uniformes y armas, se asustaron muchísimo porque jamás habían visto a las fuerzas de seguridad. Y, ya en el exterior, al ver a pequeños animales, como mariposas o caracoles, los tres se asustaron tanto que sufrieron una crisis de nervios.
Por fortuna, el primer análisis médicos de urgencia dio que los chicos, pese a todo lo que debieron soportar, no tienen problemas de desnutrición o algún problema grave.
Los padres, están detenidos y se encuentran desde el miércoles en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Se los acusa de crímenes de violencia doméstica con maltrato psicológico habitual y abandono de menores.