En la plaza san Pedro, le pidió tequila para su rodilla como una broma a seminaristas mexicanos (Foto: Tik tok)
"¿Sabés lo que necesito para la rodilla?....Tequila". Fue la ocurrente salida del papa Francisco en la plaza San Pedro cuando cumplía su tradicional ronda en el papamóvil por la plaza en el Vaticano. Los gritos de un grupo de seminaristas mexicanos le hicieron detener la marcha. Escuchó con una sonrisa sus pedidos y agradecimientos y, de pronto, los sorprendió con esa salida de buen humor para curar la dolencia en su ligamento de la rodilla.
Un grupo de seminaristas de México, que están estudiando allí en la Santa Sede, gritaban entusiasmados mientras grababan el paso del papa. Cuando Francisco estuvo frente a ellos detuvo el papamóvil y se produjo el siguiente diálogo:
-"¿Cómo sigue de su rodilla?", le preguntó uno de los mexicanos.
-"Muy caprichosa", respondió Francisco.
De inmediato los seminaristas hablaron en grupo para mantener su atención.
-"¡Gracias por tu sonrisa, tu alegría, por estar aquí a pesar de las molestias", le dijeron.
-"Nos das mucho ejemplo también a los futuros sacerdotes", agregaron.
Fue entonces que el papa les preguntó con una sonrisa: "¿Sabés lo que necesito para la pierna? ¡Un tequila!"
En medio de las risas, uno de los seminaristas prometió que si van a Santa Marta - la residencia de Francisco en El Vaticano - le llevarán una botella de la tradicional bebida mexicana.
El papa arrastra un problema en los ligamentos de una de sus rodillas. La dolencia empeoró a tal punto que ha debido comenzar a utilizar una silla de ruedas para sus desplazamientos. Pero a sus 85 años, una operación no es lo más aconsejable.
De todas formas, ni el problema en su rodilla, ni sus desplazamientos en una silla de ruedas le impiden cumplir con sus tareas habituales. En medio de la preocupación por la guerra entre Rusia y Ucrania, a punto de cumplir 80 días de conflicto.
La mejor demostración de que nada impide que continúe su misión pastoral se dio este viernes. El Vaticano informó oficialmente que entre el 24 y el 30 de julio el papa viajará a Canadá. El eje principal será pedir disculpas públicamente por la violencia ejercida durante décadas contra las poblaciones autóctonas en internados católicos.
