La candidata oficialista del presidente Boric no entró a la segunda vuelta. Por lo tanto, desde el domingo a la noche, Chile será otro país de la región que abandone ideas de izquierda en un giro político y económico a la derecha.
Chile define a su presidente en el balotaje. Otro país que se prepara para girar a la derecha en la región. (Foto: A24.com(
El domingo será la hora de la verdad para Chile. El balotaje definirá el nombre del próximo presidente del país. Estarán frente a frente dos tendencias o corrientes políticas que vienen confrontando desde hace décadas en la región: la izquierda y la derecha, pero en versiones que cada vez se alejan más del centro.
Así como ha sucedido en muchos otros países, empezando por la Argentina. El gobierno libertario de Javier Milei está más a la derecha de lo que fue la experiencia en el gobierno de Cambiemos. Ahora, compite frente a la candidata del Gobierno, un empresario de derecha, de posiciones más duras del moderado y desaparecido en un accidente, Sebastián Piñera.
Los dos candidatos que definirá el domingo la segunda vuelta son:
Jeannette Jara (Unidad por Chile, coalición del oficialismo de izquierda). Fue la más votada en la primera vuelta con aproximadamente 26,8 % de los votos.
José Antonio Kast (Partido Republicano, derecha / derecha dura). Quedó en segundo lugar con alrededor de 23,9 % de los sufragios.
Pero ese resultado fue toda una frustración para la "heredera" de Boric y candidata del comunismo chileno. La izquierda, moderada o más radicalizada, sacó el porcentaje más bajo de votos desde que Chile recuperó la democracia en 1990.
Del otro lado, Jose Antonio Kast, un empresario radical, pero de derecha, relegó al tercer lugar a otro empresario pero moderado. Franco Parisi, la sorpresa electoral que cosecho el 19,7% de los votos con un mensaje "populista", pero no de izquierda.
La fragmentación del electorado explica por qué los dos finalistas consiguieron porcentajes relativamente bajos respecto al total, y pone de relieve la polarización política en el país. Sin embargo, Kast ha logrado sumar más apoyos en este mes de "recolección" entre quienes quedaron fuera del balotaje.
A punto tal, que el propio Parisi, tras el último debate electoral de los dos contendientes, dijo: "Todo indica que Kast será el ganador, aunque no será bueno para Chile".
Jeanette Jara es del partido comunista, es la designada por Gabriel Boric para seguir con su legado y fue ministra de Trabajo en la actual administración. Ganó la primera vuelta, pero muy apretadamente y con el menor porcentaje de votos para un candidato de izquierda.
Kast llegó segundo con sólo 3 puntos debajo de la candidata oficial, pero desde la elección del 16 de noviembre, las personalidades del Congreso y de los demás partidos políticos se han pronunciado en mayor medida en apoyar otro giro para Chile. Aunque ya no será como los que alternaron Michelle Bachelet con Sebastián Piñera. Ni siquiera como el cambio de Piñera por Gabriel Boric.
Esta vez, los nombres en pugna estiran un poco más el arco ideológico de Chile. Boric, comunista, surgió más por ser uno de los líderes de las protestas de octubre de 2019, que por su ideología. De hecho, su gobierno pudo hacer muy pocas transformaciones de las propuestas, como apoyar la reforma plena de la Constitución, promover un trato diferente con los pueblos originarios (la RAM le hizo comprender y seguir la política del propio Piñera en esa materia) y nunca prosperó su reforma de salud o previsional. Esta última, planteaba dejar de lado a las aseguradoras previsionales (las AFJP que el gobierno de Menem copió para la Argentina a la imagen de Chile).
Fortalecer el discurso doctrinario no le sumó votos a la exministra de Trabajo. Eso se vio en el último debate entre Jara y Kast.
Por su parte, José Antonio Kast parte con ventaja en el balotaje frente a Jeannette Jara por varias razones observadas en sondeos y análisis políticos recientes. Las encuestas más recientes muestran que Kast supera el 50% de intención de voto en la segunda vuelta, con cifras alrededor de 58% frente a 42% de Jara, lo que implica una brecha de unos 16 puntos a su favor en varios estudios de opinión pública.
Uno de los factores clave es que la mayoría de los votantes de otros candidatos de derecha de la primera vuelta (como Evelyn Matthei, Johannes Kaiser o Franco Parisi) tiende a respaldar a Kast en el balotaje, acumulando un bloque conservador más amplio que supera el 50 % del electorado. El caso de Parisi es extraño, porque él se muestra reticente hacia Kast, pero los sondeos dan como decididos a sus votantes de la primera vuelta.
Además, las preocupaciones populares por temas como seguridad pública, migración irregular y orden social han reforzado su atractivo entre votantes moderados y conservadores, temas que han dominado la campaña y que muchos perciben como urgentes.
Finalmente, aunque no pudo ganar, la reconocida experiencia política de Kast y su continua presencia en campañas desde 2021 le dan mayor visibilidad y familiaridad ante la ciudadanía en comparación con su rival.
José Antonio Kast es un político chileno de tendencia conservadora y de derecha, conocido por su énfasis en seguridad, orden público y políticas económicas liberales en algunos aspectos. Su plataforma se articula en torno a varios ejes centrales:
1. Seguridad pública y orden: Kast ha puesto la seguridad como una de sus prioridades. Propone medidas duras contra la delincuencia, incluyendo mayor presencia policial y acciones más firmes en zonas con altos índices de violencia.
2. Control migratorio: la "moda política" que lo acerca a Trump. Promete reforzar el control de fronteras y políticas migratorias más estrictas, incluso con deportaciones de inmigrantes no registrados, tratando el tema como un componente clave de su agenda de seguridad.
3. Economía y gasto público: en lo económico, su plan contempla reducir el tamaño del Estado y recortar gastos públicos en varios sectores como parte de una estrategia de ajuste fiscal. También propone facilitar inversiones mediante la disminución de regulaciones. Aquí, coincide con la "motosierra de Milei".
4. Inspiración en modelos externos: Kast ha señalado inspirarse en políticas de seguridad y migración de figuras como Nayib Bukele en El Salvador y enfoques autoritarios para combatir el crimen.
Si estas ideas triunfan este domingo, Sudamérica tendrá en pocos años un importante giro hacia políticas de derecha. En la última década o un poco más, Bolivia, Ecuador, Colombia, Uruguay, y la Argentina, tenían una coincidencia que se agrandaba en las intermitencias de Brasil (con Lula y Rousseff). Le daban una cobertura regional al dictador Maduro, que siguió el "socialismos del Siglo XXI" de Hugo Chávez.
Rápidamente, la tendencia cambió. Ecuador, Perú, Paraguay, Uruguay ( con Lacalle) y la Argentina de Milei, marcaron un cambio, un giro a la derecha, con matices. Uruguay volvió a grupo de la izquierda con el regreso del Frente Amplio al poder.
Chile, si gana Kast, puede volver a poner otra ficha para las "derecha", muy a la derecha. El domingo a la noche, el rumbo de Sudamérica, en política y economía, se definirá una vez más.
