NUEVO PAPA

Filtrar el secreto mejor guardado del Vaticano puede costar caro: la amenaza a los empleados

El Vaticano blindó el cónclave con un estricto juramento de silencio: quien revele lo que ocurre en la elección del nuevo Papa recibirá el peor castigo que puede tener un católico.

Filtrar el secreto mejor guardado del Vaticano puede costar caro: la amenaza a los empleados. (Foto: Capilla Sixtina

Filtrar el secreto mejor guardado del Vaticano puede costar caro: la amenaza a los empleados. (Foto: Capilla Sixtina, de Reuters)

El personal del Vaticano que participe del próximo cónclave papal estará obligado a prestar juramento de secreto bajo una sanción extrema: la excomunión automática. La medida afecta a todos los trabajadores asignados al proceso de elección del sucesor del papa Francisco, desde empleados de limpieza hasta cocineros, conductores y enfermeros.

Quiénes deben jurar secreto y cómo se aplicará la sanción

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La Guardia Suiza es parte de los empleados que deben preservar el secreto del cónclave en el Vaticano. (Foto: Reuters)

La Guardia Suiza es parte de los empleados que deben preservar el secreto del cónclave en el Vaticano. (Foto: Reuters)

Este lunes, antes del inicio del cónclave previsto para el miércoles, el personal de apoyo prestará juramento en la capilla Paulina del Vaticano. Entre ellos se encuentran clérigos en roles secundarios, confesores multilingües, médicos y otros trabajadores al servicio de los cardenales.

El castigo por romper el secreto será inmediato y contundente: la excomunión automática. Esta sanción, reservada para delitos graves, excluye a la persona de la comunión de los fieles y del acceso a los sacramentos.

El precedente de Benedicto XVI y las reglas vigentes

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Los propios cardenales realizarán su juramento de confidencialidad en la Capilla Sixtina. (Foto: Reuters)

Los propios cardenales realizarán su juramento de confidencialidad en la Capilla Sixtina. (Foto: Reuters)

El marco legal que regula el secreto del cónclave fue establecido por San Juan Pablo II en 1996, pero fue reforzado por Benedicto XVI antes de su renuncia en 2013. El papa emérito endureció los términos del juramento para dejar en claro que cualquier filtración será penada sin excepción.

Los asistentes deben comprometerse a guardar “secreto absoluto y perpetuo” y a no usar dispositivos de grabación de ningún tipo dentro del recinto.

Medidas de aislamiento y vigilancia extrema en la Capilla Sixtina

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Durante la duración del cónclave, que comienza el próximo 7 de mayo, el personal juramentado permanecerá completamente aislado para atender cualquier necesidad de los 133 cardenales electores. La privacidad del proceso estará garantizada con medidas estrictas: las ventanas del sector se oscurecen y se sellan hasta 80 puntos de acceso con plomo.

Además, dos altos mandos de la Guardia Suiza Pontificia -un coronel y un mayor- estarán a cargo de la vigilancia cercana a la Capilla Sixtina, también bajo juramento de secreto.

Los cardenales también prestarán juramento

El miércoles, antes de emitir sus primeros votos, los propios cardenales realizarán su juramento de confidencialidad en la Capilla Sixtina, reafirmando el compromiso de mantener en reserva todas las deliberaciones del cónclave.