Bomberos y particulares rescatan a un niño entre los escombros de un edificio en Turquía (Foto: Gentileza La Vanguardia)
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La tragedia del terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que azotó Turquía y Siria deja imágenes desoladoras. Con su réplica, el sismo afectó a decenas de miles de personas que dormían en sus casas o departamentos. Esto agravó el volumen del siniestro en ambos países.
El presidente turco Recip Erdogán comparó este terremoto con el que en 1939 provocó la muerte de 30.000 personas. Por eso decretó el estado de catástrofe nacional.
Todavía siguen trabajando los grupos de rescate. Pero en Siria, el daño del terremoto y su réplica puede ser aún peor que el drama en Turquía. Siria lleva 10 años en guerra civil. Parte del país no responde al poder de Al-Asad. Un sector está bajo el control de los separatistas kurdos.
Otros están en la zona que ha logrado mantener ISIS como su territorio. En ambos lugares, la estructura de emergencia y sanitaria es casi inexistente lo que reduce al mínimo las chances de socorrer a las víctimas o encontrar sobrevivientes bajos los escombros.