El misterio sobre tantas apariciones de objetos no identificados en el espacio aéreo de los Estados Unidos sumó un cuarto elemento desconocido.
El misterio sobre tantas apariciones de objetos no identificados en el espacio aéreo de los Estados Unidos sumó un cuarto elemento desconocido.
Este domingo, un caza F-22 derribó otro elemento sospechoso sobre el lago Hurón, que comparten en el límite los Estados Unidos y Canadá. Pero a diferencia de los tres casos anteriores, este no tenía la forma de un globo espía como los atribuidos a China.
En este caso, se trataba de un objeto octogonal, con unos cables que colgaban de sus aristas. Pero como no pertenecía ni a los Estados Unidos ni a su país vecino, el pentágono ordenó derribarlo.
De inmediato comenzó el cruce de versiones y el pedido de informes a la Casa Blanca sobre ese incidente que dominó las redes sociales desde este fin de semana.
La congresista Elissa Slotkin, demócrata de Michigan - la zona en donde se detectó ese objeto - confirmó que la Fuerza Aérea de los EE.UU. había derribado el OVNI. De la misma manera en que se procedió con uno sobre Alaska el pasado viernes y otro sobre el espacio aéreo canadiense el sábado.
"El objeto ha sido derribado por pilotos de la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional de EE.UU. Gran trabajo de todos los que llevaron a cabo esta misión tanto en el aire como en el cuartel general. Todos estamos interesados en saber exactamente qué era este objeto y su propósito", escribió Slotkin en Twitter.
Poco después en otro mensaje informó que el departamento de Defensa sigue atentamente todo lo vinculado con ese objeto, de qué tipo de nave u objeto volador se trataba y a quién pertenecía.
Para las autoridades, una primera hipótesis los lleva a creer que puede ser el mismo que se avistó el día anterior a 6.100 metros de altura sobre el estado de Montana.
Ese día, el Pentágono señaló que podía tratarse de un elemento para espionaje, ya que fue detectado sobre "instalaciones sensibles" para la defensa de los Estados Unidos.
En un principio se pensó que era todo un error por una "anomalía" en los radares, pero que lo mismo se repitiera el día domingo hizo que se decidiera salir a derribarlo como ocurrió.
Los objetos misteriosos sobre el espacio aéreo de los Estados Unidos comenzaron a ser detectados y denunciados hace 10 días. Cuando los informes de seguridad e inteligencia lo atribuyeron a "globos espía" de China, el presidente Joe Biden dio la orden de que fuera interceptado y derribado.
Desde entonces, la serie lleva ya cuatro incidentes. En los casos anteriores, siempre se atribuyó la responsabilidad a los chinos por tener esos elementos para el espionaje a gran altura sobre el territorio norteamericano.
Desde Beijing, llegó la respuesta del gobierno de Xi Jinping. El Ministerio de Relaciones Exteriores denunció la actividad de espionaje por parte de los norteamericanos, también con globos. Por lo menos hubo "10 casos detectados" de la violación del espacio aéreo chino en 2022, atribuidos a esos objetos de los Estados Unidos.
Esa primera acusación hizo que el secretario de Estado, Antony Blinken, suspendiera su programado viaje a la capital china. Era para continuar el "deshielo" iniciado por la cumbre entre Biden y Xi Jinping en el pasado encuentro del G20.
Ahora, crece el temor de estar asistiendo a una "nueva guerra fría", pero ahora entre los Estados Unidos y China.
Mientras tanto, el caso del objeto de forma octogonal derribado este domingo sigue demandando una explicación.
Cuando al general Glen D. Van Herck, comandante del Comando Norte de la Fuerza Aérea, sobe el origen, respondió: “No he descartado nada en este momento”.
Lo único que consiguió es abrir el debate: ¿otro elemento para espionaje o un OVNI como señal de una presencia desde el espacio exterior?