Las autoridades israelíes lo señalan como uno de los principales ideólogos del plan conocido como “Muros de Jericó”, que sirvió de base para el ataque del 7 de octubre de 2023, en el que murieron más de 1.200 personas en territorio israelí. Ese plan contemplaba una incursión masiva en Israel y el intento de neutralizar a la División Gaza del ejército. Saad también habría tenido participación en la conformación de la fuerza de élite Nukhba, que encabezó la ofensiva de ese día.
En una declaración conjunta, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz afirmaron que Saad continuó involucrado en la reconstrucción del aparato militar de Hamas durante el alto el fuego, supervisando la producción de armamento y la planificación de nuevos ataques. “En lugar de avanzar hacia el desarme, trabajaba activamente para rearmar a la organización”, sostuvieron.
Por su parte, Hamas acusó a Israel de intentar debilitar el alto el fuego mediante una escalada deliberada y reclamó la intervención de los mediadores internacionales para frenar lo que describió como ataques reiterados.
La muerte de Saad se produjo tras varios intentos fallidos por parte de Israel para eliminarlo durante la guerra. El antecedente más reciente se registró en junio de 2024, y meses antes había logrado escapar de un operativo militar israelí en el hospital Shifa. Su historial incluye detenciones tanto por parte de Israel como de la Autoridad Palestina en la década de 1990, debido a su vinculación con Hamas.