La primera gestión de Trump se caracterizó por la urgencia de extender el muro y hacerlo "infranqueable". Se hicieron varias modificaciones, como reemplazar el concreto por placas de metal, más altas y como tienen espacios, favorece la vigilancia y observación de los inmigrantes ilegales acercándose.
Ahora, la idea del presidente Trump es pintar esos listones o placas de acero de color negro. En el desierto de California y Nuevo México, hay temperaturas que superan los 40 grados Celsius. Pintado de negro, el acero elevará varios grados su temperatura. Trump cree que así, a los 10 metros que hay que trepar, se le agregará el calor extremo y el riesgo de quemaduras al intentar sortearlo.
Un muro "caliente y negro" contra los inmigrantes
El muro quedará pintado negro con la idea de que produzca con el alto calor y ese color, que sea aún más difícil el paso de los inmigrantes ilegales a los que Trump combate desde su primera presidencia.
Durante el primer mandato de Trump, la construcción del muro fue un eje central de su política migratoria de línea dura. En este, su segundo mandato, su agenda de deportaciones masivas con arrestos en el interior del país ha sido el principal objetivo. El Departamento de Seguridad Nacional recibirá alrededor de 46 mil millones de dólares estadounidenses para completar el muro que no cubre toda la frontera con México.
Noem afirmó que han estado construyendo cientos de metros de barrera cada día y ahora, de color negro, podrán reducir sustancialmente el número de "criminales que cruzan ilegalmente" (como los define Trump).
"Es hora de que abandonen Estados Unidos", dijo cuando en esta nueva etapa en la Casa Blanca le dio poderes a migraciones para que persigan en donde se encuentren a los inmigrantes ilegales y los deporten.
Con el muro pintado de negro, espera tener el éxito que no pudo mostrar en su primera presidencia.