Otros líderes no corrieron la misma suerte: al canadiente Justin Trudeau lo desairó con un "creo que no le diría nada porque no sé si él gobierna ese país de verdad". A Jair Bolsonaro, de Brasil, le recomendó cuidar su salud "porque está bastante mal" y al francés Emmanuel Macron le recomendó "escuchar a los chalecos amarillos".