La ejecución con nitrógeno de un condenado a muerte, provocó polémica por el sufrimiento del reo (Foto: gentileza Fox News).
Alabama ejecutó la pena de muerte a un detenido con un nuevo sistema basado en nitrógeno inhalado. No obstante, los testigos del proceso aseguraron que, como se temía, la muerte se produjo luego de una dura agonía de varios minutos. Precisamente por la posibilidad de "fallos" en el sistema" que deriven en una muerte con un sufrimiento encarnizado, las Naciones Unidas asocian este método a una clase de tortura.
La ley de Alabama obliga a que haya testigos en el momento de la ejecución. Quienes asistieron a la muerte de Kenneth Eugene Smith describieron que el procedimiento no se cumplió como estaba previsto y que hubo un sufrimiento innecesario del condenado a muerte.
Los testigos señalaron que presenciaron un verdadero horror. En cuanto comenzó a recibir el nitrógeno puro, Smith comenzó a agitarse y jadear. También tuvo convulsiones y durante unos siete minutos experimentó una sensación de tortura.
El proceso de la ejecución demandó 22 minutos, hasta que fue declarado muerto. Más de lo esperado en una circunstancia "normal" para este tipo de proceso que se utilizó para reemplazar la inyección letal.
Como A24.com ya apuntó anteriormente, las posibilidades de error eran varias y todas ellas derivaban en un sufrimiento prolongado e innecesario para el condenado a muerte.
La máscara que envía el nitrógeno no es hermética. Por este motivo, puede ingresar el oxígeno de la sala, lo cual aletarga el período en el que el reo debe quedar inconsciente. Entonces, se produce el natural instinto de supervivencia, con los agitados movimientos por intentar librarse de la máscara y respirar oxígeno.
Además, como durante ese proceso la persona comienza a ahogarse, los testigos apuntaron que lo vieron convulsionar y toser desesperadamente durante unos siete minutos. La muerte sobrevino luego de 20 minutos, cuando debería ser un proceso mucho más breve y con el primer paso fundamental: el detenido se desmaya y no siente nada posteriormente, pero eso no fue lo que sucedió.
Entre las personas autorizadas para asistir a ese triste desenlace no solo estaban los testigos que marca la ley. También la esposa de Kenneth Smith, condenado a la pena de muerte por un crimen por encargo en el año 1989.
Ella pudo ver cómo al momento de acostar a Kenneth en la camilla y prepararlo para su ejecución, él asintió con la cabeza hacia su familia. "Te amo", le dijo a su esposa Deanna, para luego hacer una señal con el corazón con su mano izquierda. Finalmente, en el uso de su última voluntad, dijo: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás... Me voy con amor, paz y luz".
Entre los testigos había un periodista que presenció otras ejecuciones y comentó: "Nunca he visto a un preso condenado golpearse de la forma en que Kenneth Smith reaccionó al gas nitrógeno".
Su esposa gritó por su marido, mientras él se agitaba contra sus ataduras y trataba de luchar contra el gas sin inhalarlo. Al ver cómo el cuerpo se sacudía sobre la camilla, su mujer entró en un estado de desesperación y shock.
De acuerdo con el relato del periodista presente, Lee Hedgepeth, el condenado experimentó un violento temblor durante cuatro o cinco minutos. Angustiado, comentó: "Esta fue la ejecución más violenta que jamás haya visto".
