Por eso, todas las teorías siguen en pie: Oswald, el asesino solitario, una conspiración de la mafia, un plan de Fidel Castro o un "golpe de estado " ( como sugiere Oliver Stone) en la que habrían participado la CIA, el FBI y hasta su vicepresidente: Lyndon Johnson.
Los archivos desclasificados sobre el asesinato de John Kennedy
John Kennedy era presidente de los Estados Unidos. Su juventud, tenía 44 años, su carisma y su capacidad de oratoria marcaron el inicio de una nueva época en ese país. Propuso una alianza para las Américas y en su gobierno, tras la crisis de los misiles de 1962 con la Unión Soviética, se creó el "teléfono rojo" para el díálogo directo entre Washington y Moscú.
Pero cuando decidió buscar la reelección, el proyecto que encaraba el clan Kennedy y su apoyo a la transformación social de los Estados Unidos - con la lucha fundamental de M.L.King - se frustró con su asesinato.
El 22 de noviembre de 1963, en plena campaña por la reelección viajó a Dallas, Texas. Era un territorio hostil por la mayoría republicana y muy conservadora. Le aconsejaron no ir, pero quiso viajar igual. Iba con su esposa Jackie, con el gobernador texano y su esposa por la avenida Houston Street cuando todo cambió para siempre.
Hasta el día de hoy, cada uno puede creer lo que quiere. Hubo tres disparos. Uno falló, pero dos hirieron de muerte al presidente Kennedy. Lee Harvey Oswald, un personaje extravagante, fue detenido y acusado de ser un "lobo solitario". Pero cuando iba a declarar, lo asesinaron también a él a la vista de todos y aunque iba con custodia policial. La teoría de la conspiración para quitarse de encima a JFK creció hasta nuestros días.
Una sola pregunta alimenta todas las dudas: ¿Pudo una sola persona realizar tres disparos en menos de 4 segundos y asesinar al presidente en un auto en movimiento? ¿O hubo más tiradores ese día?¿Kennedy no podía atravesar ese paseo y seguir vivo?
Ni la comisión Warren - para un estudio oficial sobre el asesinato - ni los libros ni las películas, a lo largo de más de 6 décadas convencen a todo el mundo. Para uno fue Oswald el desequilibrado asesino. Para muchos otros, una conspiración decidió eliminar al presidente más carismático del siglo XX en Estados Unidos.
En su primera presidencia, Donald Trump desclasificó algunos documentos. Pero las leyes de la seguridad nacional no le permitieron hacerlo por completo. Las dudas siguieron intactas. Ahora, sí, no hay obstáculos para desclasificar todos los documentos secretos. ¿Alcanzará para saber la verdad?
Trump firma decreto .jpg
Trump firma los decretos para desclasificar todos los archivos secretos sobre los asesinatos de John F. Kennedy, su hermano Robert y de Martin Luther King ( Foto: A24.com)
1968, el año para cerrar la tormenta perfecta
Robert Francis Kennedy (Bobby) fue el procurador general en el gobierno de Jack Kennedy. Fue clave para resolver la crisis de los misiles con la Unión Soviética cuando el mundo se preparaba para una guerra mundial. Johnson, el vice que heredó la presidencia, era la antítesis del pensamiento político del clan Kennedy. Bobby lo detestaba y finalmente decidió enfrentarlo en la primaria. Johnson, como Biden el año pasado, se bajó de la lucha electoral. Bobby era el apoyo en el gobierno para las luchas sociales de Martin Luther King.
El 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado por un segregacionista blanco en el balcón del Lorraine Motel en Memphis, Tennesse. Iba a dar un discurso. El líder de los derechos sociales de los afroamericanos fue asesinado por un blanco. Se temió lo peor. Sin embargo, Roberto Kennedy salió a la calles y habló con una multitud de afroamericanos que están preparados para una venganza violenta. Sus palabras fueron tan convincentes, que calmó una situación explosiva.
El 5 de junio de 1968 se retiraba de hablar en un hotel de Los Ángeles, en plena campaña electoral. Al salir por la cocina, le dispararon a mansalva. Murió un día después.
Robert Kennedy tenía una frase de George Bernard Shaw: "Algunas personas ven las cosas como son y dicen, '¿por qué?'. Yo sueño cosas que nunca fueron y digo, '¿por qué no?'"
Saber la verdad de los tres magnicidios es una de los sueños que merecen cumplirse.