Fuerzas rusas entrenan en Bielorrusia. (Foto: AP)
La reunión compuesta por dos delegaciones entre Rusia y Ucrania terminó en Bielorrusia con el emplazamiento para un nuevo encuentro aún sin fecha cerrada. La primera cita desde que empezaron los ataques a Ucrania el jueves comenzó a mediodía de este lunes -hora de Europa- en la región bielorrusa de Gomel para negociar un posible alto el fuego.
Un portavoz ucranio admitió “ciertos avances”, mientras la parte rusa no ofrece de momento una valoración. En paralelo, el ataque contra territorio ucranio se ha recrudecido.
Al mismo tiempo, en el quinto día de ofensiva rusa, el Gobierno regional de Járkov —la segunda ciudad más grande de Ucrania, en la frontera noreste con Rusia, denunció bombardeos en zonas residenciales que dejan al menos 10 muertos y decenas de heridos. Mientras, Occidente estrecha el cerco a Moscú en el terreno económico. Estados Unidos aprobó nuevas sanciones contra Moscú, como la prohibición de cualquier transacción con el Banco Central ruso, al mismo tiempo que dispuso la expulsión de 12 diplomáticos rusos de la ONU por espionaje y el cierre de la Embajada en Bielorrusia.
Por su parte, Rusia cerró su espacio aéreo a todos los países de la UE y otros como el Reino Unido, Canadá y Noruega. La ONU elevó en más de 500.000 el número de personas que han huido de Ucrania. Además, el fiscal de la Corte Penal Internacional pidió abrir una investigación por crímenes de guerra en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, instó a vetar a Rusia de “todos los puertos” y “aeropuertos del mundo” en represalia por la invasión de Ucrania y denunció a Moscú de cometer crímines de guerra.
“Hay que cerrarle la entrada a un Estado así en todos los puertos, todos los canales y todos los aeropuertos del mundo”, declaró Zelenski en un video publicado en Facebook, en el que también pedía a la comunidad internacional que “considere el cierre total del cielo a los misiles, aviones y helicópteros rusos”.
En paralelo, pero en el frente opuesto, el presidente Vladimir Putin ordenó que las fuerzas nucleares de disuasión rusas se pusieran en alerta máxima en medio de las tensiones con Occidente por su invasión de Ucrania. El mandatario ordenó al ministro de Defensa ruso y al jefe del Estado Mayor militar que pusieran a las fuerzas de disuasión nuclear en un “régimen especial de servicio de combate”.
Es inminente la quinta noche de guerra. En la ciudad capital ucraniana, Kiev, se habla de un ataque implacable de las fuerzas rusas contra esta capital que, en pocos días, de una ciudad viva, dinámica, se transformó en una lúgubre zona de guerra. Las negociaciones que hubo hoy en Gomel, localidad en la frontera de Ucrania y Bielorrusia, tal como esperaban todos en Kiev, una ciudad cercada, que resiste, pero descreída de que pueda haber una tregua con un “loco” como Vladimir Putin como adversario, al momento no tuvieron el mínimo éxito.
Rusia mantuvo este lunes, en el quinto día de invasión a Ucrania, el asedio sobre Kiev luego de que un convoy avanzó 60 kilómetros en un día hasta quedar apenas a 3 kilómetros de la ciudad capital. Asimismo, intensificó su ataque sobre Mariupol y Jarkov, la segunda ciudad del país, con el resultado de varias bajas civiles, aun cuando en paralelo diplomáticos de las dos naciones mantenían la primera reunión en busca de una salida que frene el enfrentamiento bélico, mientras se multiplican y diversifican las sanciones a Moscú.
Por un lado, Ucrania exige un alto al fuego y la retirada de las tropas rusas. Este lunes, el presidente Volodimir Zelenski urgió a los invasores que "depongan las armas" y "salven sus vidas" y pidió a la Unión Europea (UE) que admita inmediatamente a su país en el bloque, pero en Bruselas "hay diferentes opiniones" al respecto, respondió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
En tanto que el jefe negociador ruso, Vladimir Medinski, afirmó que su país "busca un acuerdo", pero que "tiene ser en el interés de las dos partes". Putin, en diálogo con el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la desmilitarización y "desnazificación" de Ucrania como condiciones preliminares a una resolución del conflicto.
Según se pudo saber, Putin pidió "el reconocimiento de la soberanía rusa de Crimea y la desmilitarización y la 'desnazificación' del Estado ucraniano y la promesa de su estatuto (de país) neutro" como condiciones preliminares a una resolución del conflicto, indicó el Kremlin en un comunicado tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios, mientras una delegación de su país negociaba hoy con enviados ucranianos en el puesto de control Alexandrovka-Vilcha, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia.