Elecciones en Brasil

Un Lula que se ve ganador del balotaje ya enfrenta el primer desafío para su tercera presidencia

Para vencer a Jair Bolsonaro, el líder del PT logró en solo una semana el apoyo del poderoso centro político. Sin embargo, un sector poderoso e influyente presiona para tener un gobierno sin sorpresas.
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Lula ya tiene apoyos para vencer a Bolsonaro

Lula ya tiene apoyos para vencer a Bolsonaro, pero ¿debe apostar a la moderación? (Foto: AP)

"Si Lula hubiese presentado un plan económico, habría ganado en primera vuelta". Es una frase contundente, clara y que muestra lo que viene para el Brasil. La pronunció Simone Tebet, que llegó tercera en la primera vuelta con el 4,2% de los votos. Ya anticipó que le dará su apoyo al candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para derrotar al presidente Jair Bolsonaro en el balotaje. En solo una semana, Lula parece haber cosechado varios respaldos necesarios para pensar que la segunda vuelta no tendrá complicaciones. Sin embargo, ya tiene por delante un desafío para su más que probable tercera presidencia: el "establishment" le pide un plan económico moderado.

Lula, con el apoyo del centro para derrotar a Jair Bolsonaro

El líder del PT consiguió con gran rapidez apoyos que le permiten creer que la elección del 30 de octubre ya está asegurada y que será, por tercera vez en su vida, presidente de Brasil.

Lula obtuvo el 48,25% de los votos en el primer turno, mientras que Bolsonaro alcanzó el 43,10%. Estuvo muy cerca de superar el 50% y ganar en primera vuelta, como decían muchas de las encuestas que igualmente quedaron descolocadas por el porcentaje alcanzado por el actual mandatario.

En los días siguientes, recibió el aval de dos candidatos de la primera vuelta. Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), que recibió 4,2% de los votos, y Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), que obtuvo 3%. En total, son más de 7 puntos. Si se trasladaran automáticamente a Lula, pasaría el 55% en el balotaje. Un triunfo contundente.

Pero eso nunca sucede así. Los votantes son independientes y votan como les parece, más allá de lo que "sugieran" los dirigentes. No obstante, con este panorama, es altamente improbable que Bolsonaro arranque muchos votos de ese 7% que quedó por cosechar para el 30 de octubre. El actual presidente tiene un rechazo muy superior al 50% y eso conspira con lo que necesita hacer para ganar: congelar los votos a favor de Lula y conquistarlos todos para él.

simone tebet.jpg
Simone Tebet, tercera en la primera vuelta con el 4,2% de los votos, ya dijo que votará para que Lula derrote a Bolsonaro (Foto: Cuenta oficial de Simone Tebet)

Simone Tebet, tercera en la primera vuelta con el 4,2% de los votos, ya dijo que votará para que Lula derrote a Bolsonaro (Foto: Cuenta oficial de Simone Tebet)

El apoyo de los responsables del plan "real"

No solo la tercera y el cuarto de la primera vuelta ya se decantaron por Lula. También sumó el visto bueno del grupo de políticos y economistas que alumbraron el plan "real" y permitieron el "milagro económico" de Brasil. En 1993, el gobierno de Itamar Franco -tras el impeachment a Fernando Collor de Mello- inició un plan para reducir la inflación que había llegado casi al 2.000% anual. Con Fernando Henrique Cardoso como ministro de economía, un equipo creó el "plan real". La premisa era equilibrar las cuentas y reducir la inflación.

Cardoso presenta el plan real.jpg
Fernando Henrique Cardoso, el padre del

Fernando Henrique Cardoso, el padre del "plan real", expresidente brasileño, dijo que va a votar por Lula (Foto: Gentileza El agrario)

El plan resultó y Brasil recompuso su economía. En el segundo semestre del 94, la inflación era apenas del 1,4 % mensual. En política también tuvo su resultado. Fernando Henrique Cardoso (conocido en Brasil como FHC) fue candidato y ganó las elecciones presidenciales. El derrotado: Lula.

Ahora, todo ese grupo, partidarios de herramientas liberales u ortodoxas para la economía, dan su apoyo a Lula. Lo prefieren a la actitud poco republicana de Bolsonaro, a tal punto que ya el expresidente Cardoso tuvo una reunión con el candidato del PT.

Pero como bien apuntó el diario Estadao, ahora el desafío es claro: "Lula y su equipo de campaña deben estar a la altura de este invaluable voto de confianza y presentar compromisos claros y creíbles que lleven al país por el camino del desarrollo económico sostenible".

meirelles y lula.jpg
Henrique Meirelles, expresidente del Banco Central de Brasil con Lula. El

Henrique Meirelles, expresidente del Banco Central de Brasil con Lula. El "establishment" lo quiere como ministro de economía (Foto: Gentileza Focus)

Lula, el programa económico y el "establishment"

Como candidato, nunca reveló su plan para instrumentar a partir del 1 de enero de 2023. Sus antecedentes son ambiguos. En su primer gobierno (2003-2006) continuó a grandes trazos el plan dejado por Cardoso. Pero en su segunda presidencia (2007-2010), el gasto comenzó a aumentar por encima de las posibilidades. Su continuadora, Dilma Rousseff, lo incrementó hasta que otro impeachment la apartó del poder.

En el seno de su partido, los colaboradores de Lula tienen el mismo debate que varios gobiernos de la región. ¿Es la disciplina fiscal (superávit, emisión responsable y baja inflación) la base para el crecimiento? Hay otro grupo que cree que gastar por encima de la inflación acelera los tiempos para la deuda pendiente de Brasil, que es hacer que sectores desplazados se reincorporen a la potencialidad de la economía de ese país. Este es un objetivo que Bolsonaro no pudo conseguir pese al aumento del empleo y mejores salarios y la deflación de los últimos meses.

En una entrevista de esta semana, Lula demostró que hay una idea clara como base. "Un país capitalista necesita de aumento del capital y el crédito". Ese es su punto de partida para "reindustrializar" el país. Según el candidato del PT, en sus primeros gobiernos representaba el 30% del PBI brasileño y con Bolsonaro bajó al 10%.

El último desafío económico es el que plantea el "establishment". Le reclaman conocer ya su plan de gobierno. No quieren sorpresas y apuestan por la moderación. Por eso ya le han hecho llegar un pedido concreto: verían con mucho agrado que Henrique Meirelles fuera su ministro de economía. Meirelles fue su presidente del Banco Central de Brasil entre 2003 y 2010. Seguidor de la disciplina fiscal, el sector financiero y económico brasileño ve sin tantas dudas las oscilaciones del PT por la economía. Pero quieren un plan, y cuánto antes, mejor.

Bolsonaro y el Partido Liberal fuertes en el congreso de Brasilia .jpg
el

el "bolsonarismo" tendrá los bloques principales en ambas cámaras del congreso de Brasil (Foto: Archivo)

El Congreso, el poder de Jair Bolsonaro

La elección del 2 de octubre ya le asegura a Bolsonaro un papel importante a partir de 2023. Aunque pierda las elecciones, su fuerza política, el Partido Liberal, será el bloque con más legisladores en ambas cámaras. Difícilmente esté dispuesto a darle un período de gracia para un plan de Lula, tan opuesto a su ideología.

Esto obliga a una "negociación" para el futuro presidente. Pero si no es posible con Bolsonaro, allí estará el "Centrao" para darle una mano a un Lula moderado en términos económicos.

El vencedor de la primera vuelta puede despejar el camino en todos los frentes -popular y económic - con un plan anunciado en estas tres semanas que restan hasta el balotaje. De nuevo, Estadao editorializó esta semana sobre el tema: "Como no lo ha hecho hasta ahora: o no lo tiene o no lo quiere mostrar".

Lula también juega sus cartas. Con el "misterio económico" está a menos de 2 puntos para ser el próximo presidente de Brasil.