Una pequeña cápsula radiactiva revoluciona Australia: los motivos.
Se perdió una cápsula de apenas 6mm. por 8 mm. pero causa alarma en toda Australia. Es que se trata de una cápsula radiactiva, que en el camino de ser descartada, se perdió inexplicablemente. En todo el oeste de ese país hay una alerta máxima por la pérdida de este elemento que es altamente contaminante y por cientos de años.
El peligro principal es que pese a su tamaño diminuto, puede ser muy peligroso para el ser humano. Su exposición a la radiación, aunque sea por poco tiempo, puede producir graves lesiones.
Por eso, el gobierno australiano inició una amplia búsqueda de esa cápsula que contiene Cesio-137, para tratar de quitarla del alcance de cualquier desprevenido o que quede contaminando durante siglos el suelo.
La cápsula de Cesio-137 era utilizada para medir radiaciones en la industria minera. Pero cumplida su vida útil debía des llevada para un almacenamiento seguro. Sin embargo, en un trayecto de la ruta que une Gudai-Darri con la ciudad de Perth, desapareció.
La cápsula era transportada por un camión especial a lo lago de 1.400 km. y en algún lugar del trayecto se perdió, sin que el camionero ni los especialistas en minería e ingeniería nuclear puedan saber qué pasó. La consecuencia es que llevan desde el 7 de enero recorriendo todo ese largo camino tratando de hallar esa cápsula.
Pero llamarla cápsula confunde. Es tan pequeña como una moneda de 10 centavos de dólar australiano. Nadie pararía en la ruta para buscar algo tan insignificante.
Su tamaño mínimo es exponencialmente inverso al riesgo que supone que esté tirada sobre el campo o la ruta. Peor todavía, que la encuentre un ser humano y se la guarde sin saber el grave peligro que corre.
En la presentación de la serie que el mundo ha visto millones de veces a lo largo de 34 temporadas ya queda en claro lo temerariamente descuidado que es Homero. Trabaja en una central nuclear y cuando vuelve a su casa, algo lo incomoda en la espalda mientras maneja. Al ver que es el trozo de una barra enriquecida del reactor nuclear su reacción es inconcebible: simplemente la arroja por la ventana de su auto.
Algo similar parece haber sucedido con esta cápsula de Cesio-137. Viajaba hasta Perth desde el lugar de trabajo en una mina a cielo abierto de la empresa Río Tinto, un grupo empresarial multinacional del sector de la minería mixto entre capitales británicos y australianos.
Las autoridades de Australia repiten constantemente el peligro que representa esa cápsula diminuta. Tienen miedo que alguien la haya encontrado y se la guarde, justamente, no su apariencia y no saber de qué se trata.
Sin necesidad de tocarla, estar expuesto ante la cápsula radiactiva a una distancia de 1 metro durante 1 hora equivale a recibir la radiación de 10 rayos X para radiografías juntas. Si una persona la levanta y la tiene en su mano, puede sufrir quemaduras de leves a graves y también lesiones permanentes en la piel.
Lo peor es que si alguien decidiera guardarla y tenerla cerca constantemente, la radiación prolongada podría hacer que desarrollara algún tipo de cáncer.
La pieza radiactiva lleva ya casi 20 días perdida. Nadie sabe en dónde puede estar o si alguien la encontró y se la guardó. El barrido de la ruta por ahora no marcó ningún registro de radiactividad. Por eso es que se pide extrema precaución a la población y que avisen de inmediato ante cualquier cosa que les parezca extraño. La radiación puede poner en peligro su vida.