En España un documento de parlamentarios favorables a la restauración del régimen, imploraba que a la vuelta del Rey se aboliera la constitución de 1812, alegando en su inicio que "era costumbre en los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento de su Rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor". Su intención era comparar esa situación de Anarquía con la gestión de los liberales en ausencia de Fernando VII. El texto pasó a llamarse el manifiesto de los Persas y aunque llamaba la atención sobre esa práctica, nunca llegó a ocurrir en España. Una práctica que, al fin y al cabo, no deja de ser una versión extrema del propio concepto católico de los carnavales, en el que durante cuatro días puedes dar rienda suelta a los deseos más pecaminosos, para pasar la Cuaresma y Semana Santa dedicado a Dios y "descargado".
En la antigua Esparta había una curiosa práctica que, en el fondo, es similar a la que se describe en La Purga, pero sin la coartada moral de justificarlo como un método contra el crimen. La finalidad verdadera de la Krypteia aún se discute entre los historiadores y especialistas. El rito implicaba a aquellos jóvenes guerreros más válidos y cada otoño, los líderes religiosos de Esparta, preparaban una limpieza de la población de siervos, trabajadores agrícolas, que no eran del todo libres: los Ilotas. Muy parecido a La Purga.
Durante un periodo de tiempo, la ley se "desconectaba" y no había castigos por asesinato del pueblo subyugado. Se aprovechaba ese periodo para poner a prueba a los guerreros y hacer una nueva selección entre ellos para ver quienes eran capaces de matar más Ilotas.
En la Kripteia se soltaba a los guerreros de noche, armados con cuchillos en los poblados del pueblo agrario para que llevara a cabo una labor de sofocación de revueltas y mantener la población asustada y controlada, ya que la labor agrícola sostenía gran parte de la economía espartana. A veces, incluso, se les encargaba detectar y eliminar a objetivos concretos, siempre en ese momento del año libre de condenas.
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