Se trata de “La Pituca”, ubicado en la esquina de Inclán y Castro. Allí, un grupo de siete ladrones sustrajo las pertenencias de los comensales y huyó.
Robo piraña en Boedo. El episodio fue registrado por las cámaras del lugar (Foto: captura de video).
Una serie de casos de inseguridad encendió las alarmas entre los restaurantes del sur de la ciudad de Buenos Aires. A varios incidentes registrados en las últimas semanas, se suma un nuevo robo piraña ocurrido la noche del domingo 7 de julio en “La Pituca de Boedo”, situado en la esquina de Inclán y Castro. Las cámaras de seguridad del establecimiento capturaron el violento episodio.
El hecho fue perpetrado por un grupo de siete delincuentes armados, quienes irrumpieron en el local y se llevaron las pertenencias de los comensales y de la encargada.
Además, sustrajeron el dinero de la caja registradora antes de escapar en un vehículo robado previamente en Avellaneda. Las autoridades detuvieron a seis sospechosos y se esperan nuevos allanamientos.
Este no es un caso aislado. Días antes, la parrilla “El Nuevo Miguelito”, en la intersección de Zañartú y Senillosa, también fue blanco de un robo piraña.
Entre seis y ocho delincuentes despojaron de sus pertenencias a unos 60 comensales en apenas 10 minutos, aprovechando la previa del Día del Amigo y el clásico entre San Lorenzo y Huracán por la Liga Profesional.
A finales de abril, otro episodio de violencia sacudió una reconocida pizzería en Boedo. Cuatro delincuentes armados ingresaron al restaurante “Jaimito”, ubicado en la calle México al 3.400, entre Virrey Liniers y Maza.
Las cámaras de seguridad muestran cómo los asaltantes entraron por varias puertas, sorprendiendo a los clientes y amenazándolos a punta de pistola. Aquellos que se resistieron a entregar sus pertenencias fueron golpeados con la culata de las armas.
El asalto en “Jaimito” dejó un saldo de tres personas con lesiones en el cuero cabelludo, quienes fueron atendidas por personal del SAME y trasladadas al hospital Ramos Mejía. Los delincuentes lograron llevarse el dinero y los celulares de los clientes, además de la recaudación de la pizzería.
