SHOCK

A un mes de su desaparición, ¿qué pasó realmente con los jubilados Pedro y Juana en Chubut?

La reciente pareja de jubilados que salió de viaje por el sur de la provincia, nunca regresó. La investigación avanza y crecen las hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido.

A un mes de su desaparición

A un mes de su desaparición, ¿qué pasó realmente con los jubilados Pedro y Juana en Chubut?

Ha pasado un mes desde que Pedro Alberto Kreder (79 años) y Juana Inés Morales (69) fueron vistos por última vez. Mantenían una relación reciente y habían salido juntos de paseo. Su desaparición, ocurrida en una zona rural del sur de Chubut, se transformó en uno de los casos más inquietantes de los últimos años en la Patagonia.

A pesar de los rastrillajes, operativos aéreos, drones, perros entrenados y el trabajo de múltiples fuerzas de seguridad, no hay rastros de la pareja que partió rumbo a Camarones y nunca llegó a destino.

Lo que comenzó como una búsqueda por “paradero” se convirtió con el paso de las semanas en una investigación de alto perfil que involucra hipótesis cruzadas, pistas encontradas y un enorme interrogante: ¿qué pasó realmente con Pedro y Juana?

El inicio del viaje: una salida romántica de Pedro y Juana

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El 11 de octubre de 2025, Pedro y Juana salieron desde Comodoro Rivadavia.

El 11 de octubre de 2025, Pedro y Juana salieron desde Comodoro Rivadavia.

El 11 de octubre de 2025, Pedro y Juana salieron desde Comodoro Rivadavia, donde residían hacía décadas, con la intención de pasar unos días en la zona de Camarones, a unos 250 kilómetros.

Lo hicieron a bordo de su camioneta Toyota Hilux blanca. Sin embargo, nunca llegaron a destino. Desde ese día no se volvió a saber nada de ellos.

Familiares y allegados comenzaron a preocuparse cuando pasaron más de 48 horas sin que respondieran llamadas ni mensajes. A los pocos días, la denuncia por desaparición ya estaba en manos de la Policía del Chubut.

La camioneta, la primera pista

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El 16 de octubre, casi una semana después de la desaparición, un equipo de búsqueda encontró la camioneta del matrimonio a la vera de un camino rural entre El Sombrero y Bahía Bustamante, en una zona de difícil acceso.

El vehículo estaba cerrado con llave, sin signos de violencia, y en su interior había pertenencias personales: documentos, alimentos, ropa, y los celulares de ambos.

A simple vista, el hallazgo parecía una pista alentadora. Sin embargo, pronto las inconsistencias comenzaron a multiplicarse.

El rodado estaba limpio, sin rastros de barro ni combustible, pese a que la zona había sufrido lluvias en los días previos. Además, no había huellas frescas alrededor, lo que hizo suponer a los investigadores que la camioneta había sido dejada allí por un tercero.

Los primeros rastrillajes: muchos kilómetros y ninguna pista

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Familiares y allegados comenzaron a preocuparse cuando pasaron más de 48 horas sin que respondieran llamadas ni mensajes.

Familiares y allegados comenzaron a preocuparse cuando pasaron más de 48 horas sin que respondieran llamadas ni mensajes.

Con el hallazgo del vehículo, el Ministerio de Seguridad del Chubut dispuso un amplio operativo de búsqueda que incluyó a personal del GEOP (Grupo Especial de Operaciones Policiales), Bomberos Voluntarios, Defensa Civil, Prefectura Naval, y agentes de la División Búsqueda de Personas.

Las tareas se concentraron inicialmente en un radio de cuatro kilómetros alrededor del punto donde apareció la camioneta, incluyendo zanjones, estancias rurales y la costa.

Drones, canes adiestrados y navegadores terrestres recorrieron el área durante días, sin resultados.

En paralelo, los investigadores realizaron entrevistas a pobladores de la zona y analizaron cámaras de seguridad de rutas y estaciones de servicio cercanas. Pero ningún registro los mostró circulando tras su salida de Comodoro.

La búsqueda se amplió: Puerto Visser y la desembocadura del mar

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A finales de octubre, las autoridades decidieron ampliar la zona de rastrillaje hacia Puerto Visser, luego de que una encargada del establecimiento Lamar indicara que en una desembocadura del mar se habían encontrado objetos arrastrados por el agua.

Entre ellos, se hallaron ropa y restos de elementos personales que podrían haber pertenecido a Pedro y Juana. Esa pista activó un nuevo despliegue terrestre y aéreo.

Equipos del GEOP, junto con canes de Bahía Blanca y efectivos de bomberos de Trelew y Comodoro Rivadavia, realizaron tareas coordinadas.

Según fuentes oficiales, los equipos cubrieron más de 50 kilómetros de costa, revisando zonas de acantilados, arroyos y accesos de difícil tránsito. A pesar de la magnitud del operativo, no hubo hallazgos concluyentes.

El rol de los familiares: "No desaparece una pareja de la nada"

Los hijos de Pedro y Juana, residentes en Comodoro Rivadavia, participaron activamente de las búsquedas desde el primer día. “Necesitamos respuestas. No desaparece una pareja de la nada. Queremos saber qué pasó y que alguien nos diga la verdad”, expresó uno de ellos en declaraciones a medios locales.

La familia sostiene la hipótesis de que la pareja no se perdió, sino que alguien intervino directamente en su desaparición.

Para reforzar esa línea, remarcan que Pedro era un hombre prudente, con experiencia en caminos rurales, y que el vehículo se encontraba en perfectas condiciones mecánicas.

El Ministerio de Seguridad provincial designó un equipo especial de enlace con las familias, mientras la fiscalía mantiene abierta la carátula bajo la figura de “averiguación de paradero”, aunque no descarta un delito de mayor gravedad.

Las sospechas sobre terceros

En los primeros días, los investigadores analizaron la posibilidad de un accidente o desorientación, pero el paso del tiempo y la falta de evidencias sólidas cambiaron el rumbo del caso.

Las condiciones del vehículo, la zona donde fue encontrado y la inexistencia de huellas o rastros de caminata llevaron a pensar que la camioneta fue dejada intencionalmente para desviar la atención.

Entre las hipótesis que se manejan figura la intervención de terceros con conocimiento de la zona. No se descarta que el matrimonio haya sido víctima de un robo o de una maniobra planificada.

También se analizan posibles conflictos personales o vínculos económicos, aunque hasta ahora no surgieron indicios concretos.

El comisario Patricio Rojas, jefe de la División Búsqueda de Personas, explicó que “todas las líneas investigativas siguen abiertas. No descartamos ninguna posibilidad hasta tanto se reúnan elementos más precisos”.

La hipótesis del mar

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Drones, canes adiestrados y navegadores terrestres recorrieron el área durante días, sin resultados.

Drones, canes adiestrados y navegadores terrestres recorrieron el área durante días, sin resultados.

Una de las líneas más analizadas por los investigadores es la posibilidad de que Pedro y Juana hayan caído al mar o hayan sido arrastrados por una corriente.

Esa teoría cobró fuerza tras los hallazgos en la zona de Puerto Visser, donde se detectaron objetos posiblemente personales y restos orgánicos que fueron remitidos para análisis genéticos en el Laboratorio Forense de Rawson.

Hasta el momento, los resultados no confirmaron compatibilidad con el ADN del matrimonio, aunque los peritajes siguen en curso.

“Hay sectores donde el mar golpea con fuerza y donde el acceso es prácticamente imposible sin guía local. No podemos descartar que el cuerpo haya sido arrastrado mar adentro”, explicó un rescatista que participa del operativo.

Un mes después: el caso sigue abierto

A 30 días de la desaparición, la causa continúa en manos de la Fiscalía de Comodoro Rivadavia, con intervención del Ministerio de Seguridad provincial y la Justicia Federal, dada la posible existencia de delitos conexos.

Los investigadores esperan los resultados de los análisis forenses y la triangulación de las llamadas telefónicas realizadas antes del 11 de octubre.

Mientras tanto, las familias aguardan con angustia. “Cada día que pasa es más difícil, pero seguimos confiando en que alguien vio algo. Queremos saber qué les pasó y cerrar este dolor”, expresó uno de los hijos de Juana.