Amanda Albach, de 21 años, fue obligada a cavar su propia tumba en la playa de Irapiruba Norte de Laguna en Brasil, antes de ser fusilada por un supuesto amigo.
Amanda Albach, de 21 años, habría sido asesinada por un conflicto con un supuesto traficante de drogas
Amanda Albach, de 21 años, fue obligada a cavar su propia tumba en la playa de Irapiruba Norte de Laguna en Brasil, antes de ser fusilada por un supuesto amigo.
Según reportes judiciales, el jueves fueron detenidos dos hombres y una mujer por la indagación de la desaparición de Amanda. Por más que intentaron engañas a la policía con relatos falsos, uno de ellos confesó haberla asesinado luego de obligarla a hacer un hueco profundo en la arena para enterrarla.
El sospechoso estaba enfurecido con la víctima porque ella lo habría acusado de tráfico de drogas.
El hecho ocurrió el pasado 15 de noviembre. El sospechoso confesó haberla matado de dos tiros para luego cerrar la tumba que la víctima mismo había cavado.
El jefe policial Bruno Fernandes, de la División de Investigación Criminal, señaló que Albach se había trasladado a la fiesta de unos amigos, quienes indicaron que dejaron de ver a Amanda al finalizar la celebración.
Pero la policía encontró inconsistencias en las declaraciones de los supuestos amigos. Además, Amanda había enviado un audio a sus padres diciendo que volvería a casa al amanecer.
Según los familiares de la víctima, la voz de la mujer sonaba extraña y se cree que el mensaje habría sido enviado segundos antes de su muerte.
"Uno de los investigados se sintió incómodo porque se dio cuenta de que Amanda le había dicho a terceros que estaba involucrado en el tráfico de drogas", declaró Fernandes, quien agregó que la brasileña fotografió al sospechoso con un arma y se la envió a diferentes personas.
"No le gustó esta situación y por eso decidió quitarle la vida", aseguró el jefe de la policía.
