Tras la desaparición de la familia Gill en enero de ese año, recién en agosto de 2002 un allegado denunció el hecho y lo que ocurrió con ellos es desde entonces un misterio. María Adelia Gallegos, la madre de Margarita, la mujer de Gill, sigue buscándolos. "El error es buscarlos vivos, porque ellos ya están muertos y enterrados", sostuvo tiempo atrás en declaraciones a la prensa.
La estancia donde el padre trabajaba, de alrededor de 500 hectáreas, se ubica en el pueblo de Crucecita Séptima, a 50 kilómetros de Paraná, y pertenecía a Alfonso Goette, quien murió en 2016 en un accidente de auto. Al inicio de la investigación, se logró dar con rastros de sangre y moscas de cadáveres humanos en la vivienda, pero no se pudo establecer a quién correspondían.
En una entrevista al medio Uno de Entre Ríos, Adelia Gallegos esbozó meses atrás dos hipótesis de lo que pudo haber sucedido: que el patrón y el peón pudieron discutir por una deuda, o que su familia descubrió “algo muy grave” que molestó a Goette.
Cómo sigue la causa por la desaparición de la familia Gill
“Hasta ahora hemos fracaso como Justicia. La verdad no pudimos darle respuestas a los familiares de los Gill sobre lo que pasó con Mencho, Norma y sus cuatro hijos”, sostuvo hoy el juez Gustavo Acosta, quien desde 2015 está al frente de la investigación de la desaparición de los Gill, en declaraciones con Entre Ríos Ahora.
Sobre las últimas novedades en la investigación, caratulada como Averiguación de paradero, expresó: “Una persona de Tabossi nos había señalado un posible pozo en el arroyo, del otro lado de la estancia. También nos contó que hay otra persona que dice haber visto a Mencho cerca de un pozo mucho antes de la desaparición”.
El magistrado señaló que falta dialogar con el testigo para “establecer las coordenadas en el territorio donde vio a Mencho y disponer una medida”. Además, afirmó que una vez que tengan la información, le pedirán que el Equipo Argentino de Antropología Forense que realice un escaneo con un georradar para determinar si hay elementos para hacer una excavación.
“El Equipo de Antropología Forense sigue colaborando con la causa. Nosotros vamos a conseguir la información y luego informamos para ver si hacen el georradar. Si esta persona señala el lugar donde vio a Mencho, tomamos coordenadas y hacemos el georradar; después vemos si se excava”, argumentó, según consignó el medio Uno de Entre Ríos.