Los vecinos de a localidad de Blaquier y Florentino Ameghino, provincia de Buenos Aires, no salen de su asombro tras la tragedia que se cobró la vida de seis hombres que trabajaban en un pozo de bombeo cloacal.
Se trataba de un equipo de trabajadores de la zona. Se sospecha de un caso de negligencia y del efecto de los gases tóxicos acumulados bajo tierra. Por qué las muertes se podrían haber evitado.
El lugar donde ocurrieron las muertes. Foto: gentileza: Semanario.
Los vecinos de a localidad de Blaquier y Florentino Ameghino, provincia de Buenos Aires, no salen de su asombro tras la tragedia que se cobró la vida de seis hombres que trabajaban en un pozo de bombeo cloacal.
Ocurrió luego de que Ricardo Bottega, un experimentado bombista de 60 años, se adentrara bajo tierra y lo que comenzó como una jornada laboral rutinaria se convirtió en una pesadilla.
Se cree que Bottega, oriundo de Florentino Ameghino, ingresó al pozo sin la protección adecuada, sin saber que la falta de aire fresco sería una trampa. Cuando sus compañeros se dieron cuenta de la situación, corrieron en su ayuda.
Uno a uno, los trabajadores intentaron rescatar al bombista sin éxito. Poco después, los cuerpos de las víctimas fueron encontrados boca abajo en el fondo del pozo. Se sospecha que los gases tóxicos acumulados, mezclados con las aguas servidas, desencadenaron la tragedia.
"Acá hay negligencia del contratista y del municipio. Tienen que operar de a dos, con mascaras, quizá bajando aire con una manguera. sostuvo a A24.com un especialista en la materia.
"No se si no debería caratularse homicidio culposo. Son muertes evitables si se siguen regla de higiene y seguridad en el trabajo. Hay normativa explicita", agregó.
Mientras tanto, el dolor y la incertidumbre se apoderan de las calles mientras las autoridades locales se preparan para llevar a cabo las autopsias en Junín. Una vez completados los trámites necesarios, los cuerpos serán devueltos a sus comunidades.
