Investigación

El insólito utensilio de cocina que un ladrón usó para atacar, y casi matar, a una jubilada

Un fiscal de Córdoba sorprendió al catalogar un simple utensilio de cocina como un arma en el caso del brutal asalto a una jubilada de 85 años en Noetinger. El acusado podría enfrentar hasta 15 años de prisión.

El insólito utensilio de cocina que un fiscal consideró como el arma homicida de una abuela

El insólito utensilio de cocina que un fiscal consideró como el arma homicida de una abuela

Un asalto brutal, una víctima indefensa y un elemento cotidiano convertido en arma letal. Estos son los ingredientes de un caso que sorprendió a la provincia de Córdoba y que ahora se encamina a juicio con un insólito agravante legal: el uso de un repasador como arma homicida.

El hecho ocurrió el pasado 25 de marzo en Noetinger, una pequeña localidad cordobesa ubicada en el departamento Unión. Según la investigación, Facundo Mamondes, de 22 años, habría escalado una tapia para ingresar a la vivienda de una jubilada de 85 años. Lo que parecía ser un robo común pronto se transformó en un episodio de extrema violencia.

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De acuerdo al relato de la propia víctima y a la reconstrucción de los hechos realizada por la fiscalía, el atacante sorprendió a la mujer dentro de su casa. La sujetó con violencia y, en cuestión de segundos, tomó un repasador de cocina que estaba al alcance. Con él, le dio dos vueltas alrededor del cuello y la boca, bloqueándole las vías respiratorias.

Mientras la asfixiaba, la amenazaba de muerte. “Dame la plata o te voy a matar”, habría gritado el acusado, según consta en el expediente judicial.

La fiscalía, encabezada por el fiscal Nicolás Gambini, dio un paso inesperado al calificar el objeto utilizado como un arma. En su argumentación, Gambini sostuvo que el repasador, pese a ser un utensilio doméstico, adquirió una “alta potencialidad ofensiva” al ser usado para obstruir las vías respiratorias de la víctima, generándole asfixia y un peligro concreto para su vida.

“El elemento fue empleado para neutralizar a la víctima y provocarle un temor real por su integridad. No fue un simple objeto: en este contexto, se transformó en un arma”, explicó el fiscal en la elevación a juicio, según publicó el diario La Voz.

El ataque no terminó allí. Tras reducir a la mujer, el agresor revolvió la vivienda en busca de dinero y objetos de valor. Finalmente, se llevó una cadenita de oro que la víctima llevaba puesta. Como consecuencia de la agresión, la jubilada sufrió la fractura de cuatro costillas y múltiples hematomas. Requirió varios días de recuperación y seguimiento médico.

La Policía intervino para detener al sospechoso

La rápida intervención policial fue clave para capturar al sospechoso. Testigos que circulaban por la zona alertaron haber visto a un joven huyendo de la casa minutos después del hecho. Con esa información, la policía local activó un “operativo cerrojo” que permitió la detención de Mamondes en la terminal de ómnibus de Noetinger. El joven, que intentaba abandonar la ciudad, llevaba en su mochila la cadenita de la víctima y una remera roja húmeda que coincidía con la descripción de los testigos.

La causa fue caratulada como “robo calificado por el uso de arma”, una figura legal que podría derivar en una condena de entre 5 y 15 años de prisión. La defensa de Mamondes, por su parte, buscará discutir en el juicio si efectivamente puede considerarse al repasador como un arma bajo los términos del Código Penal.

El proceso judicial se llevará adelante en la Cámara del Crimen de Bell Ville en las próximas semanas. Mientras tanto, el acusado permanece detenido con prisión preventiva.

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