El hallazgo fue posible gracias a un vecino que notó el vehículo mal estacionado y alertó a las autoridades.
La comunidad médica y los vecinos del oeste del Gran Buenos Aires quedaron conmocionados este martes tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Osmar Guillermo Ávila Rodríguez, un prestigioso cirujano colombiano de 67 años, dentro de su propia camioneta. La trágica escena se descubrió después de casi 48 horas de intensa búsqueda iniciada por familiares y allegados, quienes se alarmaron al no recibir noticias suyas desde el domingo.
Ávila, especializado en otorrinolaringología y con una trayectoria ampliamente reconocida en la Zona Oeste, fue encontrado con dos impactos de bala en su cuerpo. Su cadáver yacía en el asiento del conductor de una Nissan Frontier en una zona rural de Pontevedra, partido de Merlo, cerca de la autopista Presidente Juan Domingo Perón y la calle Patricios. El hallazgo fue posible gracias a un vecino que notó el vehículo mal estacionado y alertó a las autoridades.
La pareja de Ávila, con quien compartía su vida desde hace ocho años, relató a los investigadores que el médico salió de su casa el domingo por la noche, alrededor de las 20 horas, con la intención de dirigirse a un departamento que alquilaba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta vivienda le resultaba estratégica, ya que desde allí le era más sencillo acceder a los diversos centros médicos porteños donde desempeñaba su labor profesional.
Sin embargo, tras su partida, no volvió a comunicarse con su pareja ni con su círculo cercano, lo que encendió las alarmas. Al principio, se pensó que podría haber tenido algún inconveniente menor, pero con el paso de las horas la preocupación creció, especialmente porque Osmar Ávila no solía ausentarse sin dar aviso.
Cuando finalmente su camioneta fue localizada, la policía constató que el cuerpo presentaba dos heridas de bala: una en el tórax y otra debajo de la axila izquierda, ambas con orificios de entrada y salida. Además, en la parte trasera del vehículo fue encontrado un proyectil calibre .38, que, según los peritos, habría sido utilizado en el asesinato.
Una de las primeras hipótesis que manejan los investigadores apunta a un posible robo, ya que tanto las llaves del vehículo como el celular del médico estaban ausentes. Sin embargo, esta línea no es la única bajo análisis. La policía también considera la posibilidad de un ajuste de cuentas, dado que Ávila no había sido víctima de delitos previamente y gozaba de buena reputación tanto en su ámbito profesional como personal.
Osmar Ávila no era un desconocido en el ambiente médico. Su experiencia en otorrinolaringología le había ganado el respeto de colegas y pacientes en Zona Oeste, donde atendía en múltiples centros de salud. Incluso, según allegados, era frecuente que recibiera llamados de pacientes que confiaban plenamente en su diagnóstico y tratamiento.
“Era un hombre trabajador, dedicado a su profesión y muy querido por todos”, señaló un colega que prefirió mantener su identidad reservada. “Lo que pasó es realmente desconcertante y doloroso”.
Las autoridades trabajan intensamente para esclarecer lo sucedido. La principal línea investigativa considera que Ávila podría haber sido sorprendido por asaltantes en el camino o al llegar a su destino. La ausencia de llaves y celular refuerza esta hipótesis. Sin embargo, la policía no descarta que se trate de un homicidio planificado, y están revisando las cámaras de seguridad de la zona y los últimos movimientos bancarios de la víctima.
Se especula que el lugar donde fue hallado el cuerpo —una zona rural poco transitada— no habría sido elegido al azar. Los investigadores analizan si el médico fue obligado a conducir hasta allí o si fue trasladado post-mortem. También están a la espera de los resultados de la autopsia, que brindará detalles sobre la hora exacta de la muerte y otros elementos que podrían ser clave para la causa.
La noticia del hallazgo de Osmar Ávila generó una profunda conmoción entre sus colegas, pacientes y vecinos. En Pontevedra, muchos expresaron su consternación ante un hecho tan violento y trágico. “Era un profesional excelente, muy humano y solidario. Esto es algo que nadie esperaba”, comentó un paciente habitual.
Los mensajes de apoyo y condolencias se multiplicaron en redes sociales, donde tanto conocidos como desconocidos manifestaron su indignación y tristeza por lo ocurrido. “No podemos creer que alguien como él haya terminado así”, escribió un usuario en Facebook.
Mientras la policía continúa investigando, las dudas crecen. ¿Fue realmente un robo? ¿O el asesinato de Ávila encubre un móvil más oscuro? La zona donde fue hallado el cuerpo es conocida por ser poco transitada, lo que dificulta la presencia de testigos. Además, el médico no tenía antecedentes de conflictos personales ni profesionales.
La familia del cirujano también manifestó sus dudas sobre la versión del robo. Algunos allegados sostienen que Osmar no solía llevar consigo objetos de gran valor, y que conocía bien la zona como para evitar riesgos innecesarios. Esta situación alimenta la posibilidad de un crimen premeditado, aunque de momento no hay elementos concluyentes.
