Por primera vez en la televisión, María Ninfa Aquino, conocida como "Nina", dio su versión sobre lo ocurrido el 24 de agosto del 2022 en la mansión de Vicente López, donde fueron brutalmente asesinados sus empleadores.
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Por primera vez en la televisión, María Ninfa Aquino, conocida como "Nina", dio su versión sobre lo ocurrido el 24 de agosto del 2022 en la mansión de Vicente López, donde fueron brutalmente asesinados sus empleadores.
La empleada del matrimonio Del Rio, asesinado hace más de cinco meses, volvió a pedir este miércoles su sobreseimiento en la causa, en la que está imputada como "entregadora" del doble homicidio.
Aquino habló con A24 y reveló los detalles de toda la pesadilla que le tocó vivir.
Aquino, quien actualmente está procesada pero excarcelada, se lamentó por la situación que está viviendo y dijo que siente que "todo es muy injusto". Al ser consultada sobre qué piensa, no duda en decir: " Soy pobre y en Argentina para los pobres no hay Justicia. ¿Me entiende lo que le quiero decir? Me acusaron porque soy pobre y él (Martín) se quedó limpio", relató.
"Yo ese día fui a trabajar y después me mandaron presa. Todo es muy doloroso porque yo no hice nada", aclaró.
Del Rio padre y su esposa Alonso aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno- el pasado 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien la empleada "Nina" Aquino fue la primera detenida, el juez de la causa la liberó por falta de pruebas y el 7 de septiembre los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín, como supuesto autor de un doble parricidio.
Con base en prueba fílmica, tecnológica y testimonial recopilada por la fiscalía, el juez Costa dictó la prisión preventiva de Del Rio como autor de un "doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa" (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Para los fiscales, el móvil fue económico y está vinculado a la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.