El fin de semana largo no solo dejó ganancias turísticas sino que finalizó con cinco homicidios. El de ayer por la mañana fue el corolario. Un joven de 23 años fue asesinado de cuatro disparos mientras iba caminando de la mano de su hija de cuatro años, a quien llevaba al jardín de infantes.
El asesino bajó de un auto oscuro, con vidrios polarizados y según testigos le pidió a la pequeña que se aparte de su padre, luego disparó siete veces. Cuatro balas impactaron en el cráneo, cuello y tórax de la víctima
Desde la justicia dicen que el ataque se asemeja a las ejecuciones por sicariato. El cuerpo de la víctima permaneció tendido sobre la calle, en el pasaje Montero al 6400 del barrio Irigoyen, durante algunas horas. La víctima fue identificada como Kevin Leguizamón.
El homicidio ocurrió aproximadamente a las 9 de la mañana. En el lugar se recolectaron siete vainas calibre 9 milímetros.
Según testimonios de los vecinos el hombre no vivía en el barrio, pero sí su pareja, quien vive a una cuadra de donde se fue el homicidio.
El homicidio de Leguizamón se suma a la larga lista de homicidios en Rosario, durante este fin de semana largo, además de Leguizamón, fueron asesinados tres mujeres y dos hombres.
