Investigación en curso: zona oscura y sin visibilidad
El efectivo describió el lugar del hecho como “una zona muy oscura”, con obstáculos visuales como postes de luz, una parada de colectivos y comercios que, según explicó, le impidieron ver a Thiago. “Imposible que lo haya visto”, aseguró.
El fiscal Diego Rulli evalúa el pedido de reconstrucción judicial, mientras la investigación avanza en medio de una fuerte conmoción pública.
La defensa del imputado fue asumida por abogados de la Policía Federal Argentina, con el respaldo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien manifestó su apoyo públicamente mientras la investigación sigue en curso.
De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, el agente no actuó en legítima defensa y tras conocerse la muerte de Thiago, se consideró que su conducta encuadraba en un homicidio con dolo eventual. Es decir, aunque no hubo intención directa de matar, debió haber previsto que disparar once veces sin un blanco concreto podía derivar en una tragedia.
El disparo que mató a Thiago fue directo a la cabeza. El chico estaba internado en terapia intensiva en el Hospital de Niños de San Justo, donde los médicos confirmaron que tenía muerte cerebral y finalmente terminó falleciendo el viernes por la noche.
Los hechos ocurrieron en Ciudad Evita, partido de La Matanza. Allí, Aguilar Fajardo se encontraba en una parada de colectivo junto a su madre cuando cuatro jóvenes intentaron asaltarlos. El agente sacó su arma reglamentaria, retrocedió unos pasos y disparó once veces en apenas nueve segundos. Uno de esos tiros impactó en Thiago, que estaba a 180 metros junto a su padre, Víctor Fabián Correa (28).
Además del niño, uno de los presuntos delincuentes murió tras recibir seis disparos —se investiga si por la espalda—, y otros dos resultaron heridos y fueron detenidos. Un cuarto asaltante logró escapar.