La muerte de Thiago Correa dejó al descubierto una falla crítica que podría haber evitado la tragedia. La familia exige respuestas y justicia.
Imputaron al efectivo por homicidio con dolo eventual.
La muerte de Thiago Correa dejó al descubierto una falla crítica que podría haber evitado la tragedia. La familia exige respuestas y justicia.
El agente Facundo Aguilar Fajardo tenía solo 21 años y formaba parte de la División Montada. Aquel miércoles estaba fuera de servicio, vestido de civil, y esperaba un colectivo con su madre. Según su testimonio, al ver que uno de los presuntos delincuentes agredía a su madre, sacó su arma y comenzó a disparar.
El detalle que agrava su situación es la cantidad de disparos: más de diez, en plena vía pública, sin tener en cuenta que a metros de distancia había otras personas. La bala que terminó con la vida de Thiago recorrió cerca de 200 metros antes de impactar en su cabeza.
Por este motivo, el fiscal Diego Rulli decidió agravar la acusación: modificó la carátula a homicidio simple con dolo eventual, figura penal que contempla penas de entre 8 y 25 años de prisión. La Justicia evaluará si Aguilar Fajardo debió prever que sus disparos podían causar una muerte, aún si no fue su intención directa.
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